Ni extinción de la caguama, ni embargo a la pesca mexicana

caguamaNuestro país recibe en sus playas a 6 de las 7 especies de tortugas marinas existentes. En la actualidad, una de ellas, en peligro de extinción, se ve amenazada por la captura incidental en el Golfo de Ulloa. Se trata de la tortuga amarilla o caguama, especie cuyo índice de mortandad en la zona se ha disparado en el último par de años, alanzando un incremento del 600 por ciento.

En los últimos meses, distintas organizaciones ambientalistas, como Defenders of Wildlife de México y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (CEMDA) han solicitado a las autoridades competentes frenar el índice de mortalidad en aumento y tomar medidas para cambiar las prácticas de pesca en la zona costera del municipio de Comundú.

Alejandro Olivera Bonilla, coordinador en CEMDA, señaló que el reclamo de ambas asociaciones no es contra los pescadores, sino contra las autoridades, ya que desde hace tiempo tienen suficientes estudios científicos, incluso de la propia Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) que han sido ignorados y no se han tomado las medidas necesarias.

Por su parte, Marcos Covarrubias Villaseñor, titular del Gobierno del Estado de Baja California, se manifiesta preocupado por la situación de la tortuga caguama y por la situación de los pescadores, pero también por el posible embargo que el Congreso de los Estados Unidos impondría a la pesca mexicana si las autoridades no son capaces de frenar el número de muertes de caguamas.

A estas alturas y habiendo, según ambas organizaciones ambientalistas, suficiente cantidad de estudios, nacionales e internacionales, que demuestran que la causa principal de este problema es la pesca ilegal de barcos sardineros, Covarrubias Villaseñor comentó “el estado está muy mortificado, muy preocupado por este tema, por supuesto que cualquier situación pudiera alterar la actividad de este sector primario sería muy perjudicial, nosotros estamos atentos para que se demuestre plenamente que no existe una situación de este tipo”, refiriéndose a otro estudio científico que las autoridades federales están realizando para determinar dicha situación. “Estamos buscando la manera de que quede plenamente comprobado que nos son daños mecánicos los que lastiman a las tortugas, obviamente se está llevando un estudio científico, nosotros esperamos que una vez que quede concluido este estudio sea plenamente demostrado que no existe este daño mecánico y se permita a los pescadores que continúen con su actividad”, comentó el titular del gobierno de ese estado.

Ante esta situación, Julia Carabias, bióloga y ex Secretaria de Recursos Naturales y Pesca durante la administración de Ernesto Zedillo, publicó un artículo el pasado 6 de julio en el diario Reforma en la que conmina a las autoridades en turno a tomar medias inmediatas, “lamentablemente, ya vivimos esta historia con el embargo atunero, y los costos económicos, sociales y ambientales, así como de la reputación de México, fueron muy altos; lo asevero por experiencia personal. No pueden ignorarse las lecciones de los últimos 20 años. Sí, efectivamente, hay tensión entre los pescadores y mucha presión a las autoridades, pero no es posible negar los hechos ni ignorar la información científica acumulada. Más información científica siempre será bienvenida y necesaria, pero ello no puede llevar a la inacción. Sería muy conveniente que las autoridades pesqueras tomaran el liderazgo en el manejo de pesquerías ribereñas de baja escala para que los pescadores tengan posibilidad de hacer una pesca responsable ejemplar, obteniendo mayores beneficios”, escribió.

“Hay dos escenarios que no pueden ocurrir: que la tortuga caguama se extinga y que la pesca mexicana sufra de nuevo un embargo”, finalizó Carabias.