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Recortar otros gases de invernadero, además del CO2, estabilizaría el cambio climático
El dióxido de carbono continúa siendo el gas de efecto invernadero con mayor potencial para incrementar el cambio climático, sin embargo otros gases contribuyen sustancialmente al problema. Un nuevo estudio, conducido por científicos de la Administración Nacional de Océanos y la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en igles) y publicado por la revista Nature, demuestra que recortar las emisiones de esos otros gases podría hacer más lentos los cambios en el clima que se esperan en un futuro. Las conversaciones durante la cumbre climática de las Naciones Unidas en Copenhague, inspiraron a Stephen Montzka, Ed Klugokenck y James Butler, del Sistema de Investigaciones de la Tierra del NOAA, a revisar las fuentes de otros gases de invernadero distintos al CO2 y explorar los beneficios potenciales de recortar sus emisiones.
Los gases primarios de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra son el vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y ozono. El vapor de agua y las nubes tambíen tienen un profundo efecto en el clima, pero no son fáciles de controlar. Los científicos saben que estabilizar el calentamiento producido por el CO2 en la atmósfera requiere una disminución de aproximadamente del 80% del CO2 producido por el ser humano y que el dióxido de carbono emitido hoy, permanecerá en la atmósfera por cientos de años. En contraste, disminuir de manera combinada todos los gases de efecto invernadero de larga duración en un 80%, podría disminuir los efectos del calentamiento global en 20 años. Cortar las emisiones estos gases (CO2 y otro tipo de gases) en esta cantidad, podría resultar en un decrecimiento del efecto invernadero producido durante este siglo, señala el estudio.
Los investigadores consideraron el metano, el óxido nitroso, los gases que afectan la capa de ozono -regulados por un tratado internacional-, y otros gases de larga duración que actualmente se encuentran en bajas concentraciones. El estudio describe las principales actividades humanas responsables de estas emisiones y señala que cortes sustanciales, tales como el 80%, son difíciles de alcanzare. De no darse un cambio radical en el comportamiento humano, las emisiones de estos gases coninuarán incrementándose. Los beneficios relacionados con la disminución de otros gases de invernadero además del CO2 tiene un límite, señalan los investigadores. Incluso si todos los gases de este tipo que genera el ser humano pudieran ser eliminados hoy, no sería suficiente para establizar el efecto de invernadero de todos ellos, a menos que también las emisiones de C02 sean recoradas significativamente.
Fuente: NOAA
China se adhiere al acuerdo de Copenhague
China se adhirió formalmente este martes al Acuerdo de Copenhague, alcanzado en la Cumbre del Clima celebrada el pasado mes de diciembre en la capital danesa, y que supone la asunción de compromisos voluntarios de reducción o desviación de emisiones de CO2 para luchar contra el calentamiento del planeta.
De este modo, Rusia se convierte en el único gran contaminante que todavía no ha notificado que quiere adherirse al acuerdo, que ya han suscrito más de cien países.
El documento recoge además la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 para hacer frente al cambio climático en los países más pobres y vulnerables y establece que la temperatura del planeta no debería incrementarse por encima de los dos grados centígrados, aunque no compromete a los estados a medidas obligatorias para alcanzar este objetivo.
El acuerdo no pudo ser suscrito por unanimidad en la última Cumbre del Clima de Copenhague por lo que la Convención de la ONU sobre Cambio Climático sólo pudo "tomar nota" del texto impulsado entre Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica. Por este motivo, los países deben indicar formalmente su adhesión al documento.
Hopenhagen: La esperanza perdida
Publicado por Margarita Campuzano en Letras Libres
Al llegar a la ciudad podía palparse el entusiasmo y la expectación en torno a lo que estaba por ocurrir: camisetas con la leyenda “I love COP 15” daban la bienvenida a visitantes de todo el mundo. Un globo terráqueo gigante colocado en una de las principales plazas, junto a una impresionante muestra fotográfica que invitaba a conocer cien lugares del planeta antes que desaparezcan, despertaban el interés de la gente.
La expectativa de alcanzar un acuerdo mundial histórico para frenar el calentamiento global era tan grande que, desde meses antes, Dinamarca puso sus cartas sobre la mesa, invirtió millones de dólares, apostó su resto y obtuvo la sede para organizar la XV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15).
Hacia el 7 de diciembre de 2009, fecha en que comenzó la cumbre, los daneses esperaban que su pequeña ciudad, con menos de dos millones de habitantes, se convirtiera en icono universal del medio ambiente; que se volviera el referente obligado de los científicos más renombrados en la materia y que la sociedad civil hiciera de Copenhague el lugar donde el sueño de la aldea global se materializara finalmente en un acuerdo.
Con el paso de los días, la política se encargó de acabar con la esperanza de Hopenhagen.
Un planeta amenazado
Al concluir la primera década del siglo XXI, el futuro de la humanidad no es alentador. Para dimensionar el reto que enfrentaba la cumbre, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), dirigido por el científico indio Rajendra Pachauri, dio a conocer una serie de datos que sustentan la “evidencia inequívoca del cambio climático”.
Las probables consecuencias que habrá de afrontar el mundo si fracasan los esfuerzos por impedir que la temperatura del planeta se eleve más de dos grados centígrados son alarmantes: posible desaparición del hielo marino para la última etapa del siglo XXI; incremento en la frecuencia de calores extremos, olas de calor y densidad de precipitaciones; incremento en la intensidad de ciclones tropicales; disminución de los recursos acuíferos en diversas áreas semidesérticas; posible eliminación de la capa de hielo de Groenlandia con el resultante incremento del nivel del mar en 7 metros; y peligro de extinción de entre el 20 y 30 por ciento de las especies evaluadas hasta el momento. Para el año 2020, entre 75 y 250 millones de personas en África podrían carecer de agua, y en algunos países de este continente los terrenos para agricultura se reducirían hasta en un 50 por ciento. Asimismo, de continuar la tendencia de acidificación de los océanos, estaría en riesgo la supervivencia de gran parte de las especies marinas.
Junto a estas dramáticas previsiones, la realidad sobre el cambio climático ya comienza a tener consecuencias irreversibles en la geografía de la Tierra. Tuvalu, el cuarto país más pequeño del mundo, localizado en el océano Pacífico –entre Hawaii y Australia– está próximo a desaparecer. La elevación del nivel del mar ha barrido en diversas ocasiones la vegetación de la isla y amenaza la supervivencia de su población. La migración ha iniciado hacia Nueva Zelanda, país que ha accedido a dar asilo a 75 personas por año. Los habitantes de Tuvalu son así los primeros refugiados del cambio climático.
2 años de planeación + 2 semanas de negociaciones = Copenhague fracaso climático
¿Qué es mejor: tener un acuerdo débil o no tener alguno en absoluto? Bueno, eso dependerá de con quien se discuta. Para la sociedad civil que nos encontramos en Copenhague es frustrante el lenguaje débil y la falta de contundencia por parte de actores como la Unión Europea, México, Japón, que podrían haber empujado las negociaciones hacia un resultado mucho más ambicioso. Hoy el tiempo se acaba, necesitábamos llegar LO MÁS LEJOS POSIBLE, LO MÁS RÁPIDO POSIBLE. Tras conocer la noticia y texto del “Acuerdo Significativo”, no nos queda más que esperar que está falta de voluntad y solidaridad internacional, tanto de los países desarrollados, como de los en desarrollo, no nos cueste en mayores impactos y costos a los más vulnerables.
“Sabemos que no es suficiente, sabemos que aún falta mucho, pero esto es el inicio, las bases de cooperación y ayuda”, dijo Obama en el discurso. Y no se equivoca: falta tanto por hacer que bien habría valido la pena aprovechar estas dos semanas para avanzar hacia ese punto que necesitamos alcanzar de compromiso y transformación.
La reconfiguración geopolítica y del poder en la que se traduce el discurso del Presidente Obama es importante. China, India, Brasil y Sudáfrica -los 4 Fantásticos como se les llama por acá- son el grupo con el que hay que negociar tratándose de los países en desarrollo. Claro que el Grupo de Países Africanos, y otros países del G77 como Bolivia, Ecuador, Venezuela, etcétera, no están contentos con esta situación. Incluso el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez amenazó que los países acogidos bajo la iniciativa ALBA no aceptarían el documento impuesto por el gobierno americano.
En toda está discusión México queda relegado: por su afán por ser “amigo y hermano de todos” no acaba de cuajar como un líder real en el proceso. Esperamos que dado nuestro rol de huésped de la COP16 nuestro liderazgo se convierta en acciones y pronunciamientos mucho más fuertes y contundente. México tendrá que evaluar la situación débil en la que se encuentra en las negociaciones internacionales, tendrá que quitarse la idea de que es un puente entre los países en desarrollo y los desarrollados. Hoy vimos que el puente lo tienen bien tendido y que no nos necesitan para ello.
En México debemos aprovechar que al hacerse medibles, reportables y verificables los programas de mitigación (NAMAs) para la obtención de financiamiento, generará que los países en realidad apliquen sus medidas y no las dejen en un mero greenwashing; las medidas que no cumplan con estas características, no recibirán financiamiento. México tiene la gran ventaja de tener estudios como el realizado por el Centro Mario Molina, McKenzie y el MEDEC-Banco Mundial, estudios en los cuales se indican una serie de actividades y sectores donde se puede conseguir una gran reducción a un costo prácticamente nulo. Los sectores identificados donde México tiene mayor capacidad de reducción son: uso de energía eléctrica, programas de ahorro y eficiencia energética, edificios de bajo consumo, transporte público, manejo de residuos sólidos, entre otros.
Es hoy el momento en que México tiene que hacer un cambio sustancial en sus políticas nacionales y empezar a aplicar medidas tan sencillas como que el gobierno federal apoye a los gobiernos locales en la construcción de sistemas de transporte público; el fomento de energía eólica, solar , geotérmica y mini hidráulica; construcción y manejo de rellenos sanitarios donde se haga captura de biogás que a su vez sirva para generar energía eléctrica; instalación de sistemas smart grid para evitar fugas y procesos innecesarios en la generación eléctrica; fomentar la creación de comunidades forestales sustentables, con el debido pago de servicios ambientales incluido, etc.
Tratando de hacer un corte e identificar los principales elementos del “Protocolo de Copenhague” podemos decir que:
- El objetivo a largo plazo fue: “Reducir las emisiones globales que de acuerdo a la ciencia se requieren para mantener la temperatura de la Tierra por debajo de los dos grados centígrados”
- Un acuerdo jurídicamente vinculante debe tenerse listo para el próximo año.
- En cuanto al financiamiento, el texto señala que: “Los países desarrollados proveerán con los recursos adecuados, predecibles y sustentables, así como la transferencia de tecnología y la creación de capacidades necesaria para la implementación de la adaptación en los países en desarrollo. Se estableció la meta de movilizar cerca de 100 billones de dólares para el año 2012 y los fondos provendrán de fuentes públicas y privadas, unilaterales y multilaterales.
- La Unión Europea estaría entregando 10.6 billones de dólares, Japón 11 billones, Estados Unidos 3.6 billones de dólares.
- Los detalles de los planes de mitigación se incluyeron en dos anexos separados, uno con las metas para los países desarrollados y otro con las reducciones voluntarias ofrecidas por los países en desarrollo. No son vinculantes.
- Un punto importante, que funcionó como “deal breaker”, porque China se oponía a aceptar controles internacionales, ha sido el del MONITOREO DE LAS REDUCCIONES DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO. Señala que las economías emergentes deben monitorear sus esfuerzos y reportar los resultados a Naciones Unidas cada dos años, con revisiones internacionales que deberán ser transparentes y respetuosas de la soberanía nacional. En cuanto los 4 Fantásticos estuvieron de acuerdo con este punto, se pudo concretar el acuerdo “significativo” al que se llego en Dinamarca.
- La protección de los bosques fue otro de los temas que necesito de horas extras en la negociación. En el texto del acuerdo se reconoce la importancia de reducir las emisiones por la deforestación y la degradación de los bosques, señala que las naciones desarrolladas deben proveer los recursos que servirán como incentivos positivos para financiar las acciones de protección.
- El acuerdo también señala: “Nosotros hemos decidido alcanzar varios acuerdos, incluyendo las oportunidades de usar el mercado para enfatizar la promoción de las medidas de mitigación”
México tiene una gran oportunidad al ser el huésped de la siguiente COP, la Conferencia Número XVI de las Partes que se llevará a cabo a partir del 8 de noviembre. Nuestro país deberá trabajar en una transformación interna profunda, donde esperamos ver desde una verdadera transición energética, hasta la generación de comunidades forestales sustentables, que puedan volverse autosustentables, con el manejo adecuado del bosque. En el medio hay muchas cosas: sistemas de transporte público –tipo BRT- en ciudades de más de un millón de personas, construcción sustentable de edificios, manejo adecuado de los residuos, cambio de electrodomésticos, cogeneración en sector industrial, generación de energía eléctrica por fuentes renovables, etc. La única manera de construir un liderazgo que nos convierta en un actor relevante, un actor con el que hay que sentarse a negociar, es fortaleciendo nuestra política nacional para convertirnos en un país verdaderamente sustentable. Ya lo veremos en menos de un año.
Entrevista con Hal Harvey, presidente de ClimateWorks
Entrevista de Margarita Campuzano con Hal Harvey, presidente de ClimateWorks.
ClimateWorks es una de las organizaciones más influyentes a nivel mundial en materia de cambio climático. Trabaja en países como India, Brasil y China, y en México colabora a través de la Fundación Hewlett con organizaciones no gubernamentales e instituciones de investigación públicas como el Instituto Nacional de Ecología. Su labor se centra en implementar políticas públicas para reducir las emisiones en tres áreas generales: estándares de eficiencia energética, generación de energía baja en carbón, y conservación forestal y agricultura. Su meta es reducir la emisión global de gases efecto invernadero en 30 billones de gigatoneladas para 2030, lo cual representa la mitad de todas las emisiones estimadas para ese año.
¿Cómo ve usted a México en torno a lo que ha hecho en materia de acciones rápidas de mitigación?
México ha hecho un inventario exhaustivo de oportunidades de reducción de carbón y éstas se pagan por sí mismas, pues permiten ahorros a los consumidores y reducción de gastos de capital al gobierno. Se ha encontrado una rica gama de oportunidades, muchas de las cuales han sido incluidas en el Programa Especial de Cambio Climático.
Sin embargo, existe toda otra serie de acciones, muchas de las cuales pueden implementarse de inmediato, como son normas de eficiencia energética para autos, nuevas tecnologías de iluminación y manejo de basura para la captura de metano. Implementando todas estas acciones México podría dejar de generar una importante cantidad de emisiones y ahorrar dinero al mismo tiempo.
¿Cuáles son los sectores específicos en los que usted ve áreas de oportunidad?
Urbanización, existen muchas oportunidades en términos de opciones de tránsito y vialidad, en beneficio de los ciudadanos. Éstas pueden ser sistemas como el Metro y autobuses BRT –tipo Metrobús-. Estos sistemas deben ser rápidos, convenientes, seguros y limpios, de forma que la gente los prefiera por encima de los vehículos. Esto permitiría reducir una cantidad significativa de emisiones de bióxido de carbono (CO2) y hacer a las ciudades más habitables.
Otra área es el transporte, específicamente los autos y los camiones, para hacerlos más eficientes. El año que entra México adoptará estándares más altos de eficiencia de combustible para automóviles y puede colocarse en primera fila de la clase, incorporando las mejores normas en la materia.
Existe una revolución en cuanto a tecnologías eficientes para la construcción; por ejemplo en lo que se refiere a iluminación, por lo que México se puede mover hacia tendencias de iluminación súper eficiente. Las plantas de generación de energía necesitan ser mucho más eficientes y existen oportunidades también para generación de energía eólica y solar.
El presidente Calderón anunció una reducción del 30% para el 2020, pero sujeta a financiamiento externo y transferencia de tecnología. ¿Las acciones que usted menciona podrían hacerse con recursos propios, sin depender de apoyo extranjero?
Se necesita una combinación. Algunas de ellas México puede llevarlas a cabo con recursos propios y otras requieren financiamiento internacional y asistencia técnica. Pero comprometiéndose con las cosas que van en la misma dirección del interés económico de México, el presidente estará favoreciendo que llegue el financiamiento internacional, dado que estará demostrando su compromiso.
La ruta de crecimiento verde que el presidente ha trazado coloca a México a la cabeza de otros países en términos de lidiar con este problema.
¿Contar con combustibles limpios es también un área importante de oportunidad?
Reducir los niveles de azufre en los combustibles ayuda a resolver la contaminación. El Dr. Mario Molina ha hecho estudios muy importantes sobre cómo reducir la contaminación en las ciudades grandes de México. Otra cuestión es la que se refiere a los biocombustibles como sustitutos de la gasolina. Desafortunadamente, hay muy pocos biocombustibles que sean mejores que la gasolina y que estén disponibles masivamente.
Brasil tiene un programa con la caña de azúcar y puede haber oportunidades para expandir esto en Yucatán, pero me parece que el primer paso es limpiar los combustibles convencionales, asegurarnos de que los vehículos sean altamente eficientes y tener buenos sistemas de transporte. Yo me enfocaría primero en estos tres puntos.
¿Y qué hay en términos de la relación que se ha encontrado entre el carbón negro u hollín (black carbón) –uno de los principales contaminantes responsables del calentamiento global- y los combustibles tradicionales?
El carbón negro viene de la quema incompleta de hidrocarburos, principalmente de los camiones a diesel en todos los motores. Por ello, los nuevos camiones deben tener filtros para capturar partículas de diesel y combustibles de ultra bajo azufre. Para los camiones de más antigüedad debe haber un programa de reconversión. Esto requiere recursos y es el tipo de áreas en las que se puede pensar en apoyo internacional, pero se puede emplear a mecánicos mexicanos, a fábricas de motores mexicanas para hacer los camiones más limpios y más eficientes.
¿Cuáles son los planes futuros de Climate Works para México?
Estamos colaborando con la Fundación Hewlett en Latinoamérica, y con importantes organizaciones no gubernamentales y think tanks mexicanos, como son el Centro Mario Molina, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, el Centro de Transporte Sustentable y con dependencias gubernamentales de investigación como el Instituto Nacional de Ecología (INE). Esperamos expandir este trabajo. Dado que México será la sede de la próxima cumbre de Cambio Climático, habrá oportunidad para que el país coloque sus compromisos nacionales en la vitrina internacional. Existe también una gran oportunidad para que el presidente Calderón demuestre liderazgo, pues Copenhague está demostrando que no existe reemplazo al liderazgo nacional.
¿Cómo ve usted las negociaciones en Copenhague?
Los procesos formales para negociar un tratado no están caminando correctamente, son lentos y la gente está atorada en cuestiones de procesos, en lugar de centrarse en la esencia del asunto. Irónicamente, existen fuertes acuerdos entre los países en cuanto la materia que da pie a estos acuerdos, pero el proceso está matando a la sustancia. La forma de rescatar Copenhague es que los jefes de Estado muestren liderazgo real. Necesitan detenerse y decidirse a trabajar en definir los diez temas fundamentales. El presidente Calderón tiene un rol fundamental que jugar en este sentido porque entiende estos temas y ha hecho compromisos en su país, por lo que si trabaja con otros cinco o diez jefes de Estado puede contribuir a sacar esto adelante, pero sin esto creo que tendremos algo muy débil.
¿Cree que el hecho de que México sea la sede de la próxima COP ayudará a destrabar cosas dentro del país?, pues si bien fuera se muestra liderazgo, hacia adentro existen obstáculos en Pemex y CFE
Puede hacerse la pregunta de si los juegos olímpicos de Beijing ayudaron a China en muchos sentidos y la respuesta es que definitivamente lo hicieron. Lo mismo sería para México como país y para la ciudad de México. El presidente tiene una agenda muy agresiva, la cual tiene que convertirse en ley y tiene que implementarse, y todo esto tiene que ocurrir en meses, no en años. La COP 16 ayudará a acelerar todos estos procesos.
¿Cómo pueden organizaciones como la suya y otras de la sociedad civil ayudar a destrabar los procesos?
Los líderes políticos necesitan apoyo para sus programas. Si la gente que está aquí manifestándose en Copenhague, ejerce la misma presión en sus países para exigir estándares más altos en las normas de eficiencia de combustibles, en el transporte y en la regulación para construcción entonces ganaremos, pero si sólo se enfocan en el gran evento vamos a perder. Aún si Copenhague fuera muy exitoso, no significaría nada si no se traduce en leyes y regulaciones específicas locales; y a la inversa, aún cuando esta cumbre fuera un fracaso total, si volvemos a casa y hacemos las cosas correctas estaremos bien. Las ONG’s deben tener una agenda específica y práctica, pues sin ella la presión social no tendrá éxito.
El liderazgo de México con científicos como el Dr. Mario Molina, y en el ámbito político con el del presidente Calderón, aunado a sistemas sustentables como Metrobús colocan al país en una posición muy especial para demostrar que tiene una estrategia de crecimiento verde, la cual puede reconciliar el tema medio ambiental con el del crecimiento económico.
Último día de negociaciones en Copenhague
“Al documento le queda faltando el capítulo de SANCIONES”
Presidente de Colombia, Alvaro Uribe
LA HORA CERO HA LLEGADO: el último día de las negociaciones. El día de hoy haremos dos crónicas sobre lo que pasa aquí, esto debido a que nos han informado que es muy probable que el documento final se dé a conocer en el último momento del día de hoy. Claro, que nosotros jugamos con el cambio de horario a nuestro favor y tendrán la última entrega de esta serie de crónicas antes de que acabe el día en México.
Ba Ki Moon ha dicho a los Jefes de Estado que hoy es su momento, la decisión que tomen con respecto al Cambio Climático será su legado, será por lo que sean recordados en el futuro. Habrán de decidir si prefieren por una supuesta defensa a su “soberanía” o su “seguridad, sea económica, ambiental, energética”, darle la espalda a la Tierra.
El Presidente de Brasil, señaló a los países desarrollados deben estar seguros que por el dinero que entreguen a los países en desarrollo, recibirán beneficios directos, pues todos estamos en el mismo planeta.
El Presidente de China pidió al mundo que confiaran en ellos, que el compromiso está tomado y que están trabajando para llegar al mejor acuerdo político posible. Aceptó que se midan las acciones de mitigación en su país, siempre que no se haga de manera intrusiva.
El discurso más esperado, el del presidente Barack Obama, empezó con el reconocimiento al Cambio Climático como el problema más grande que la humanidad ha enfrentado, incluso reconociendo la responsabilidad histórica de Estados Unidos pero, dejando claro que todos necesitamos actuar y hacerlo de manera rápida y eficiente. Señalo que necesitamos cambiar la manera que usamos y producimos energía, que esto no sólo ayudará al ambiente, también generará empleos verdes y tecnología de punta. Estados Unidos se comprometerá –sin importar lo que pase en Copenhague- a reducir emisiones y a transitar hacia energía verde, no sólo porque están obligados a hacerlo, también porque es bueno para ellos y el mundo.
Después de meses y horas de negociaciones, todos los países desarrollados deben presentar programas de mitigación, así como las metas de reducción de sus emisiones. Estados Unidos se comprometió a reducir 17% para el 2020 y 80% para el 2050 con respecto a sus emisiones de 2005. Para lograr que el avance y combate al Cambio Climático sea eficaz, rápido y certero es necesario tener un mecanismo para revisar que se están cumpliendo los compromisos. Obama señaló que las revisiones no serán intrusivas, pero deberán ser confiables, dado que sin rendición de cuentas, un acuerdo se convierte en una hoja en blanco. Dijo que se necesita financiamiento para apoyar a los países en desarrollo, principalmente los países más pobres, los países más vulnerables. Estados Unidos está de acuerdo en colaborar con los 10 billones de dólares al 2012 para medidas de adaptación, PERO esta ayuda sólo se hará posible si se cumple con el eje: Mitigación, Transparencia y Financiamiento. Es una formula sencilla, afirmó Obama, que nos permitirá llegar lo más lejos posible. De acuerdo al presidente de Estados Unidos, ningún país va a recibir todo lo que quiere, hay algunos países en desarrollo que no quieren ceder en transparencia y rendición de cuentas pues piensan que los países desarrollados son los que deben pagar, por otro lado hay países desarrollados que creen que no deben dar dinero a otro país si este no se compromete a rendir cuentas de manera precisa.
Obama dijo:
“Estas negociaciones internacionales se han llevado a cabo por cerca de 20 años y aún seguimos con avances muy pequeños. El tiempo de hablar se acabo, necesitamos dar un paso grande hacia adelante, podemos crear las bases sólidas y pasaremos a la historia como aquellos que hicieron el cambio por el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos o podemos escoger no hacer nada y entonces obligar a la población a sufrir los impactos del cambio Climático hasta que sea irreversible. Estados Unidos ha tomado una decisión, cumpliremos nuestros compromisos, reduciremos nuestras emisiones y haremos que esto pase. Pero, necesitamos movimiento en todos lados, descubriendo que es mejor hacer que hablar, es mejor la acción a la inacción.”
Lo que podemos ver es que en prácticamente todas las presentaciones de los Jefes de Estado se empiezan a fijar las posturas claramente. Los países en desarrollo pidiendo que los desarrollados establezcan metas vinculantes de reducción de emisiones, otorguen financiamiento y transferencia de tecnología. Los países desarrollados, quieren que los países en desarrollo sean transparentes en el uso de los recursos destinados para el combate al Cambio Climático y tengan mecanismos para rendir cuentas.
Podemos suponer que se ha llegado a un acuerdo en materia MVR (Medición, Verificación y Reporte).
Para el Pew Center, el presidente Obama fijó una postura con los alcances a los que puede comprometerse sin contar aún con una Ley de Cambio Climático. El que haya hablado no sólo de transparencia, también de rendición de cuentas, es algo que debemos hacer notar, pues nos permite ir un paso más allá en la construcción del nuevo Régimen Climático Mundial.
Este día va a ser muy largo tanto en la sede del Bella Center como para todas las ONGs que estamos siguiendo el evento desde fuera. Sin duda alguna esta situación generará sentimientos de frustración, ya que el no poder estar cerca de los negociadores, haciendo una presión directa y obteniendo información de primera mano, nos obliga a trabajar apoyados en las redes sociales y los pocos contactos que lograron entrar al Bella Center.
Les voy a compartir el discurso del Primer Ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, quien de una manera clara, emotiva y contundente ha logrado establecer muchos de los temas que más importan en materia de Cambio Climático:
“…Y nadie puede honestamente negar que sin acciones comunes, el alza en el nivel del mar desaparecerá del mapa naciones enteras. Y sin estas acciones comunes las temperaturas extremas generarán una nueva generación de pobres con ecorefugiados climáticos obligados a abandonar sus hogares por la sequía, poblaciones evacuadas por el miedo de morir ahogados por las inundaciones, o por la hambruna que el cambio climático generará con miles de personas buscando desesperadamente agua y alimento. Huracanes, inundaciones, tifones y sequías que durante años se han catalogado como actos de la naturaleza ahora son revelados como actos visibles de los hombres.
Y yo quiero decir en esta Conferencia: informado por los científicos, movido por mi consciencia, inspirado por un propósito común, nosotros, los líderes de este frágil mundo, debemos afirmar que: NO CONDENAREMOS a millones de personas, a nuestra propia población a la injusticia sin remedio, a sufrir sin esperanza, a morir de hambre.
Es necesario establecer una meta para el incremento de la temperatura en no más de 2 grados para el año 2050. Para lograrlo es necesario cortar por lo menos en 80% para el 2050 , todos los países desarrollados deben elevar su nivel de ambición al máximo para las reducciones del 2020.
En reconocimiento a nuestras responsabilidades communes pero diferenciadas, los países en desarrollo deben comprometerse a realizar programas nacionales de mitigación (NAMAs por sus siglas en ingles) ambiciosos , sobretodo para alcanzar reducciones significativas en el BAU.
Para hacer esto posible, los países desarrollados debemos comprometernos a otorgar financiamiento inmediato a los países en desarrollo, empezando en enero del 2010 de por lo menos 10 billones de dólares anuales hasta el 2012. Y para el financiamiento a largo plazo en el 2020 la meta deberán ser 100 billones de dólares por año, monto que provendrá tanto de recursos públicos como privados, incluyendo presupuestos internacionales y nacionales,
Nada debe interesarle más a las naciones que el futuro de nuestro Planeta, es el único que tenemos. A los países desarrollados les digo: Las acciones ambientales son el motor más poderoso para la creación de trabajos, sobretodo en una economía que urgentemente necesita millones de nuevos empleos.
A los países en desarrollo les digo: La tecnología existe y les permitirá ganar dividendos sobretodo si se hace convirtiéndose en economías de bajo carbono.
Y a todas las naciones les digo: No es suficiente que hagamos lo más que podamos, debemos realizar lo imposible, pues la historia así nos lo reclamará”
Palabras del Primer Ministro de Gran Bretaña Gordon Brown.
Discurso de Felipe Calderón durante la plenaria de la COP-15
PALABRAS DEL PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA DURANTE SU INTERVENCIÓN EN LA SESIÓN PLENARIA DE LA 15º CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO
Traigo para todos Ustedes un saludo de fraternidad y de esperanza de todos los mexicanos. De fraternidad, porque los mexicanos nos consideramos hermanos del mundo. Un saludo de esperanza, porque todos esperamos que Copenhague marque una nueva era en la lucha contra el cambio climático, que signifique a la vez el inicio de una nueva era para la Humanidad.
Los líderes del mundo debemos llegar a un acuerdo concreto, justo y ambicioso para detener el cambio climático.
El tiempo de las excusas se ha acabado. Ha llegado el tiempo de los compromisos y de la acción. Ha llegado el momento de atrevernos a romper paradigmas y prejuicios.
Veo con preocupación y con tristeza que algunos han interpretado que lo que aquí se debate tiene que ver con una lucha entre las naciones desarrolladas y las naciones en desarrollo.
Hoy quiero recordarles queridos amigos, que esto no es así, que aquí de lo que se trata no es de ver como ahondar la brecha entre países ricos y pobres: de lo que se trata es de cómo cerrar la brecha entre el hombre y la naturaleza, que ahora amenaza, de manera arrolladora, la subsistencia misma de la civilización, de ricos y de pobres. Este no es, no debe ser un problema que nos divida, es un problema cuya solución debe unirnos, porque de no resolverlo, lo que está en juego mismo es la subsistencia misma de la humanidad. La lucha contra el cambio climático tiene que ser asumida por todas las naciones, desarrolladas y en desarrollo.
Yo entiendo las enormes dificultades de mis colegas los países en Desarrollo. México también es un país en desarrollo, y al igual que Ustedes, tiene enormes carencias y problemas. La mitad de nuestra población vive en la pobreza y nuestra economía sufrió más que muchas por la crisis económica. A pesar de ello, sabemos que este reto ambiental es un reto global, al que no podemos permanecer ajenos. Por eso, México se ha esforzado y distinguido por cumplir cabalmente los compromisos establecidos en la Convención Marco. Somos el único país en desarrollo que ha presentado ya tres Comunicaciones Nacionales de Cambio Climático, que actualizan ante las Naciones Unidas nuestro inventario de emisiones y presentan las medidas aplicadas para hacer frente a este fenómeno. Y hoy me complace anunciar que en esta COP 15 hemos entregado nuestra cuarta Comunicación Nacional.
Tenemos problemas, sí, pero si no resolvemos el calentamiento global entre todos no habrá futuro para nuestros hijos. Por eso también hemos sido el primer país en desarrollo en comprometer una meta unilateral e incondicional de reducir en el corto plazo, 50 millones de toneladas para el año 2012 con nuestros propios recursos.
Y hoy, en el marco de esta COP 15, en el nombre de pueblo y gobierno, México asume ante Ustedes un compromiso más: el de reducir en el 2020 hasta el 30% de nuestras emisiones de Bióxido de Carbono con respecto a nuestra tendencia y línea base, si contamos con el financiamiento y la tecnología adecuada y que una buena conclusión de la COP 15 nos puede proveer. Antes de esa fecha, las emisiones de México llegarán a su punto más alto, para luego comenzar a descender.
Y lo hacemos porque compartimos las evidencias elementales que han guiado los pasos de todos hasta aquí, y que debieran recogerse por lo pronto en un documento asumido por consenso por todos. En primer lugar, que el calentamiento global está poniendo en riesgo el futuro de la humanidad. En segundo, que la temperatura media global no puede subir más de dos grados centígrados sin consecuencias devastadoras. En tercero, que debemos establecer aquí metas cuantificables y verificables que nos permitan lograr la reducción del calentamiento global. Y cuarto, que si bien es cierto que la responsabilidad de los países desarrollados es fundamental, nada significativo podrá hacerse sin la participación de todos para reducir las emisiones de carbono, especialmente de quienes más emiten.