México haz algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Telefórmula.

Hola Manuel y Patricia, ¿cómo están? Hoy quisiera hablarles de un tema que puede beneficiar directamente nuestros bolsillos en términos de ahorros en las tarifas por consumo de electricidad.

Recordará la audiencia que uno de los beneficios de la tan aclamada reforma energética fue la introducción de la llamada generación distribuida, que no es otra cosa sino la instalación de pequeños equipos generadores de energía, establecidos en propiedades de personas o negocios. Esto significa, la posibilidad de cada uno de nosotros, de poner paneles solares en los techos de nuestras casas y de esa forma ahorrar electricidad generándola nosotros mismos; pero además, la reforma permite que el excedente de energía que no usemos, lo podamos vender, subiéndolo a la red de transmisión y recibir un pago por ello.

Esta nueva capacidad otorgada a los ciudadanos por la Reforma Energética se denomina democratización de la energía. En México, el 36% de los hogares, es decir, alrededor de 11 millones de viviendas, viven en algún grado de lo que se considera “pobreza energética”. Esta categoría no sólo incluye a quienes viven fuera de la red eléctrica, que son alrededor de medio millón de habitantes, sino también a quienes no pueden pagar un recibo de luz que incluya el consumo de aires acondicionados en climas muy calurosos.

Por otro lado, actualmente existe un mercado potencial de 4 millones de pequeñas y medianas empresas; por lo que la generación distribuida solar representa un mercado potencial de 13,591 millones de dólares, según el estudio que hizo al respecto en el 2017 la Asociación Mexicana de Bancos. Estos negocios tendrían la capacidad de generar aproximadamente 8 Giga Watts de electricidad.

A pesar de todos los beneficios enunciados anteriormente, el año pasado la Comisión Federal de Electricidad interpuso un amparo en contra de las disposiciones que sobre la generación distribuida emitió la Comisión Reguladora de Energía, argumentando pérdidas económicas para ellos.

Es importante que el público sepa que, de otorgarse la razón en este litigio a la CFE, las PyMES no podrían tener ahorros en su consumo de electricidad y estarían sujetas a aumentos constantes del recibo de luz.

Los usuarios domésticos representan un mercado potencial de 34 millones, por lo que la generación distribuida representa un mercado potencial de 30 mil millones de dólares. Los usuarios recibirían un techo solar gratis, un descuento de 15-20% en su recibo de luz, y después de 10 años, no pagarían electricidad. De conceder el amparo a la CFE, los usuarios residenciales seguiríamos pagando electricidad ligada al precio del gas y el petróleo, y no podríamos aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías y de la electricidad gratuita proveniente del sol.

Otro argumento de peso es que, en lo que se refiere a los compromisos internacionales de mitigación de cambio climático, el sector eléctrico se comprometió a reducir 63 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente al año 2030. Con la generación distribuida se puede ayudar enormemente a reducir estas emisiones; de lo contrario, el país no será capaz de cumplir con las metas comprometidas.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. El país no puede seguir dando pasos hacia adelante y hacia atrás, y las dependencias de gobierno no pueden actuar como si fueran entes aislados, menos aún en un tema fundamental como es la generación eléctrica. El gobierno prometió que con la reforma energética bajarían las tarifas. Es momento de que lo haga efectivo, dando luz verde a todos estos instrumentos que generarán ahorros reales en nuestros recibos.

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