SEMARNAT da a conocer la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA)

estrategia-nacional-energiaJuan José Guerra Abud, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, presentó la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), en cumplimiento a lo establecido en la Reforma Energética, la cual iniciará operaciones a partir del 2 de marzo de 2015. El nuevo órgano desconcentrado de la SEMARNAT, tendrá a su cargo la regulación de aquellas empresas que quieran desarrollar en el país proyectos de exploración, explotación y generación de hidrocarburos; y contará con autonomía técnica y de gestión para planear, inspeccionar, gestionar y sancionar en materia de seguridad industrial y protección al medio ambiente, así como con la infraestructura necesaria para cumplir cabalmente esta tarea.

El titular de la SEMARNAT explicó que la ASEA llevará a cabo una regulación técnica basada en la experiencia de las autoridades mexicanas y las mejores prácticas internacionales, mediante un proceso de socialización con la industria, donde se dará importancia a los criterios de costo-efectividad. Asimismo, planea realizar una regulación instrumentada con procesos íntegros y sistemas digitalizados, con el fin de ofrecer una “ventanilla única”, en la que las autorizaciones de las diversas autoridades logren estar coordinadas y vinculadas entre sí.

Carlos de Regules, Director Ejecutivo de la ASEA, dijo que la regulación ejercida por la dependencia supervisará factores de riesgo en el sector bajo tres niveles de inspección: la industria del reaseguro internacional, los terceros acreditados para hacer inspecciones, y la inspección estratégica realizada por la misma agencia, mediante inspectores propios, en los puntos de riesgo más importantes de cada eslabón de toda la cadena de hidrocarburos.

Serán cinco áreas sustantivas las que conformen este nuevo órgano desconcentrado: la Unidad de Planeación, Vinculación Estratégica y Procesos; la Unidad de Normatividad y Regulación; la Unidad de Gestión Industrial; la Unidad de Supervisión, Inspección y Vigilancia Industrial; y la Unidad de Gestión, Supervisión, Inspección y Vigilancia Comercial; cada una de ellas con el soporte transversal de las Unidades Jurídica y de Administración y Finanzas.

Se espera que la creación de la ASEA dé certidumbre al sector industrial y a todas las empresas que quieran participar en él, pues según Guerra Abud, habrá cumplimiento estricto de la ley.

Desde hace tiempo, El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha señalado repetidamente la necesidad de que México aplique de forma decidida una política climática transversal y coherente que mitigue la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), en la cual se establezcan metas concretas para esta transición energética, invirtiendo en la generación de fuentes renovables de energía, y creando políticas eficaces de financiamiento climático.

Gabriela Niño, coordinadora de Política Pública de CEMDA, afirmó que México debe limitar el uso de hidrocarburos para la generación de energía a los casos en los que la demanda no pueda ser cubierta por energía renovable, pues sólo así podrá cumplir sus metas de mitigación.

La organización participa actualmente en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP20) en Lima, Perú, y apuntó que México ocupa en la actualidad el lugar 12 como uno de las naciones con mayor emisión de GEI.

A escala nacional, la generación de energía es el segundo mayor emisor contaminante, abarcando cerca del 21.8 por ciento de las emisiones totales, apenas superado por el transporte público con 22.2 por ciento.
El análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 devela que el sector energético posee una baja asignación de fondos para el desarrollo y la implementación de proyectos de energía renovable. Los programas proyectados tienen una mínima participación en el sector y las empresas productivas del Estado no destinan recursos al anexo de cambio climático.

En su posicionamiento planteado en la COP20, CEMDA insistió en que el cambio climático se ha convertido en uno de los desafíos globales más importantes que los estados deben enfrentar, donde México y América Latina no son la excepción, ya que la responsabilidad de resolver este problema radica en cada país.