Águila real en riesgo de desaparecer
El águila real, considerada en México como el principal símbolo nacional, está en peligro de extinción en el territorio nacional, ya que solo existen 101 parejas y 283 nidos en todo el país, reconoció el gobierno federal.
En un breve comunicado dado a conocer por la Presidencia de México, se señala que los nidos de esta especie se ubican principalmente en los estados de Baja California, Durango, Zacatecas, Chihuahua, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Además informó que entre 1997 y 2014 la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) pudo lograr el decomiso de 26 ejemplares en las entidades de Chihuahua, Guanajuato, Distrito Federal, Jalisco y Querétaro.
Especialistas aseguran que la principal causa de la virtual desaparición de esta ave es el acelerado crecimiento de la actividad humana en las áreas de distribución del águila real, causando la pérdida y fractura de su hábitat.
Otra de las causas de la reducción de estos animales se debe a la cacería y el comercio ilegal, así como la colecta de huevos, polluelos y aves adultas.
Ante este panorama, la Profepa dio a conocer la instalación de once comités de vigilancia donde se tiene detectada la presencia del águila real, nueve de estos grupos operarán en Zacatecas, uno en Jalisco y uno en Nayarit.
Estas aves desempeñan un papel importante en el funcionamiento de los ecosistemas donde habita, debido a que su condición de gran depredadora ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas, y es el indicador de un ecosistema en buenas condiciones.
El Centro Mexicano del Derecho Ambiental recientemente dio a conocer que México es el segundo país en todo el mundo con mayor cantidad de especies animales y de plantas en peligro con 2,631 especies amenazadas.
“El gobierno federal está fracasando en su obligación de proteger y conservar a las especies silvestres de México. El enorme aumento en el número de especies clasificadas como en Peligro de Extinción es prueba contundente de las fallidas políticas y planes de conservación que desde 1997 están sustentadas en la errónea idea que se tiene que fomentar el aprovechamiento extractivo de las especies silvestres para lograr su conservación”, concluyó la organización.