Expertos mexicanos comparten sus conocimientos en materia de áreas naturales protegidas
13 por ciento del territorio de México está categorizado como área natural protegida (ANP), jurisdicción que establece la protección, conservación, restauración y desarrollo de la biodiversidad que alberga.
Tal porcentaje abarca 43 zonas distribuidas a lo largo y ancho de nuestra nación, y en ellas viven cerca de dos millones de mexicanos que se benefician de los servicios ambientales que ofrecen, lo que automáticamente los convierte en corresponsables de la labor de conservación. Para alcanzar estos objetivos es importante trabajar en colaboración con la academia, el gobierno y la población.
Para concretar dicha sinergia, se llevó a cabo el I Congreso Internacional de Áreas Naturales Protegidas, que tuvo como sede a la Ciudad de México y fue organizado por la Red Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Renanp) y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor). El evento reunió a investigadores nacionales y extranjeros, responsables de las ANP, representantes gubernamentales y estudiantes.
Con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el encuentro dio a conocer los trabajos que se realizan en universidades, institutos y centros de investigación en torno a las ANP, y fungió como marco para intercambiar experiencias que facilitarán el uso, manejo y conservación de estas zonas.
El doctor Alfredo Ortega Rubio, coordinador nacional de la Renanp y presidente del Congreso, destacó en entrevista que la reunión es sumamente importante de cara al deterioro ambiental que actualmente sufre el planeta como consecuencia del cambio climático.
“La conservación no es una cuestión romántica, sino que es un compromiso de apostar al futuro con base en los recursos que tenemos en el presente. La extinción es un proceso irreversible, porque cuando se extingue una especie no tenemos la capacidad de traerla a la vida nuevamente, y no sabemos si ella podría contribuir a la generación de nuevos fármacos, productos industriales o alimentos, que son la garantía de la permanencia de nuestra especie”, indicó.
Por tal razón, mencionó que es preponderante la conservación de los ambientes que no han sido alterados de forma significativa por el ser humano, o que necesitan ser preservados y restaurados.
Asimismo, subrayó que el Congreso fue bien recibido por la comunidad científica, por lo cual podría realizarse cada dos años —sirvió como espacio para intercambiar conocimiento y colaboración académica—.
Al evento asistieron más de 300 investigadores de México, España, Estados Unidos, Cuba, Chile, Ecuador y Costa Rica, quienes dieron conferencias y presentaron carteles, además de muchos asistentes interesados en los temas de impacto que se mostraron en el Congreso.
En cuanto a México, reiteró que la amplia respuesta de expertos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) refleja el interés por optimizar el trabajo que concretan las ANP con el sector académico.
“Lo que significa tanta concurrencia es que a nivel nacional hay un interés fuerte no solo enfocado en el ámbito científico, sino la idea fundamental es que los científicos nos aboquemos a desarrollar la información que se requiere para el manejo de estas ANP”, abundó.
En sus ponencias, los especialistas hablaron sobre diversos temas, entre ellos planificación, gestión y manejo; estudios sociales y económicos; estudios biológicos y ecológicos; impacto ambiental, cambio climático y legislación vinculada con las ANP, al igual que los casos de éxito en el manejo de estas áreas. Sumado a esto, se presentaron estrategias de administración, conservación y manejo de las ANP.
Fuente: Agencia Informativa CONACYT