Proyecto minero dañaría permanentemente el Golfo de Ulloa

tortuga-amarillaLa empresa estadounidense Odyssey Marine Explorations presentó una evaluación de impacto ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) con el fin de iniciar un proyecto de minería submarina, el cual pretende dragar 91 mil hectáreas de fondo marino para extraer 350 millones de toneladas de arena fosfática en el Golfo de Ulloa en Baja California Sur.

La zona del Golfo de Ulloa posee una Región Marina Prioritaria para la Conservación según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la cual es reconocida por su alta productividad biológica, razón por la que el 42 por ciento de la actividad pesquera en el Estado de Baja California Sur se ubica en esta zona. Asimismo, existe una enorme diversidad de organismos que habitan el fondo marino como moluscos bivalvos (almejas) y gasterópodos (abulones y caracoles).

El proyecto minero llamado “Don Diego” pretende extraer fosforita utilizando una barcaza y una draga submarina durante 50 años. La superficie total a dragar del fondo marino sería el equivalente a 60 por ciento de la superficie del Distrito Federal y a llenar 264 veces el estadio Azteca.

Meredith de la Garza Treviño, directora ejecutiva de la Sociedad de Historia Natural Niparajá, dice que al ser éste el primer proyecto en su tipo en México, existen preocupaciones sobre los impactos que pudiera generar Don Diego, ya que el dragado consiste en remover el fondo marino con todo y los organismos que habitan en él, obtener el mineral y regresar sedimentos que serán suspendidos en la columna de agua, los cuales pueden afectar la vida marina. Al mismo tiempo, esto traerá impactos sustanciales a los cientos de familias que dependen de la actividad pesquera en la región.

Representantes de las organizaciones Defensa Ambiental del Noroeste (DAN), Jean-Michel Cousteau´s Ocean Futures Society, el Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida, Niparajá y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), comentaron que la minería es una de las actividades con mayores impactos negativos e irreversibles en el ambiente; un proyecto de esta magnitud causaría consecuencias graves en todo el ecosistema, por lo que es obligación irrenunciable de la autoridad ambiental aplicar los principios preventivo y precautorio para garantizar la salud del ecosistema y de las comunidades que dependen de éste para su subsistencia.

El área donde pretende realizarse el proyecto también ha sido identificada como zona crítica para la población de tortugas marinas . Por ello es imperativo conocer a detalle los posibles impactos negativos que esta actividad generaría en la pesca y en los organismos que están más expuestos a riesgo, como son las tortugas marinas y las ballenas.

Las ONGs manifestaron que en los próximos días, solicitarán a la SEMARNAT que abra el proyecto a consulta pública y que organice una reunión informativa, a fin de transparentar el procedimiento de evaluación de impacto ambiental y de que la sociedad en su conjunto esté debidamente informada de los daños potenciales de este proyecto minero.

Por su parte, Agustín Bravo Gaxiola, coordinador de CEMDA noroeste, hizo un llamado a las instituciones académicas y de investigación como la Universidad Autónoma de Baja California Sur y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste para que estudien los impactos que pudiera generar el proyecto en la región.