Conoce los beneficios de los sistemas de cosecha de lluvia
El agua de lluvia es un recurso que podría satisfacer la demanda para consumo humano, riego y otros usos, frente a las carencias de agua potable en el país. Por ello, la UNAM, como parte de su Estrategia de Universidad Sustentable EcoPUMA, instaló un sistema de cosecha de agua pluvial para ese fin; una ecotecnia que evita daños ambientales asociados a la explotación de pozos y a los procesos de distribución y que, además, puede emplearse para resolver problemas críticos de abasto.
La cosecha de lluvia consta de la instalación de sistemas para captar el agua pluvial, que puede usarse para el baño, limpiar el auto, cocinar o como recurso potable, después de purificarla.
Este sistema, que permite captar 104 mil litros al año, tiene un fin demostrativo y el líquido potable se pone a disposición de la comunidad universitaria con el nombre “jugo de nube”. Luego de someterse a varios trámites para cumplir con las normas y de ser monitoreado mensualmente, se determinó que es 100 por ciento seguro.
En este caso, la colecta que se hace en el edificio de Programas Universitarios, es para el consumo humano. Durante la temporada de lluvias, el agua que cae sobre el domo de cristal se canaliza hacia los Tlaloques –tecnología que separa la parte más sucia de la precipitación– para desechar los primeros 400 litros de cada aguacero y, así, reducir el 75 por ciento de los contaminantes.
Lo obtenido se almacena en una cisterna cuyos componentes evitan que se agite y se levanten sedimentos. Después, a través de un tren de filtración, se eliminan los microorganismos dañinos, residuos, metales pesados, olores y sabores, para, finalmente, distribuir al bebedero que se encuentra al interior del inmueble.