Azoteas verdes en los hospitales de la Ciudad de México
En la ciudad de México hay más de 8 mil metros cuadrados de azoteas de edificios públicos cubiertas de vegetación, la novedad llega ahora a hospitales y jardines de infantes, donde estos espacios son terapéuticos.
Hace ocho meses se instaló la primera azotea "naturada" en el Hospital Belisario Domínguez, de la capital de México, en la delegación Iztapalapa, que con 1,8 millones de habitantes, es el área más densamente poblada del país.
La azotea verde de este hospital de tres pisos está dividida en dos: la más grande se ubica en el primero y la pequeña en el tercero.
"Tener contacto directo o visual con un área verde ayuda muchísimo a la recuperación de los pacientes. En Japón, casi cualquier hospital tiene un techo naturado", explicó para este artículo Tania Müller, responsable del proyecto.
Según el director del hospital, Osvaldo González La Riviere, "los trabajadores disfrutan el espacio. Primero lo usaban los fumadores, pero los hemos podido controlar. Algunos pacientes se enteraron y ahora nos piden salir a dar un paseo, con ayuda de sus familiares".
La instalación requiere un impermeabilizante que contiene un inhibidor de raíces, y luego un material de polietileno llamado dren, que evita escurrimientos hacia las bajadas de agua. Se le agrega un producto geotextil que impide que las partículas finas del sustrato lleguen al techo. Y finalmente se coloca el sustrato, mezcla de materiales pétreos volcánicos, más ligeros que la tierra, y materia orgánica para nutrir a las plantas, que se siembran a continuación. No es necesario regarlas.
Una sección de la azotea verde del hospital está junto al área de gineco-obstetricia. Para las mujeres que acaban de dar a luz, "es más grato asomarse a la ventana a ver naturaleza que ver un vendedor ambulante o camiones echando humo", describió la subdirectora médica, Evangelina Sandoval. Además, "trabajar con pacientes y enfrentarse a la muerte produce estrés. Ahora, en lugar de salir por el lugar habitual, muchos trabajadores utilizan las salidas de emergencia para pasar por la azotea", agregó. En el lugar trabajan cerca de 1.000 empleados.
La azotea naturada mide 1.000 metros cuadrados, una décima parte de la superficie del hospital. De ser un suelo de cemento pasó a ser un área verde con abejas, mariposas y pájaros, contrastando con el denso tráfico vehicular y el cemento de los alrededores. Se plantaron tres especies nativas del valle de México. "Todas son sedums, del género de las crasuláceas", explicó Müller, directora de reforestación urbana, parques y ciclovías de la ciudad de México.
El calor en "una azotea normal puede llegar hasta 80 grados, contribuyendo al efecto isla de calor (el aumento de temperatura en centros urbanos con pocas áreas verdes y mucho pavimento), más en una ciudad tan urbanizada como ésta", dijo. Con la vegetación, la temperatura de la azotea se mantiene en 25 grados, cambia el microclima, se devuelve humedad al ambiente, y se retienen polvos y partículas suspendidas que afectan las vías respiratorias, añadió.