Parlamento Abierto sobre la Reforma Eléctrica

Buenas tardes. Estas semanas está teniendo lugar en el Congreso mexicano el denominado Parlamento Abierto, el cual pretende ser un foro para discutir la iniciativa de reforma eléctrica enviada por el ejecutivo federal.

Lo primero que hay que señalar es que el formato dista de ser un espacio de diálogo abierto con la sociedad, toda vez que para participar tiene que ser a invitación de un partido político, lo que hace es que cuando las organizaciones y participantes son presentados, se anteponga el nombre de un partido, lo cual ha generado cuestionamientos y malos entendidos sobre si los participantes están representando, afiliados o hablando a nombre de tal o cual partido.

Formatos aparte, también hay que señalar que no es sorpresa, aunque sí es decepcionante, enterarnos de que la mesa 5 donde se hablará de medio ambiente y transición energética fue dejada hasta el final. Como siempre, los temas ambientales son relegados, pues no se entiende su importancia estratégica para la viabilidad económica, política y social de nuestro país.

Por eso, para nosotros es importante hablar de los impactos ambientales de la reforma eléctrica. Lo que hay que señalar, en primer término es que, bajo las reglas actuales, las energías renovables como la eólica y la solar, tienen preferencia en la inyección al sistema eléctrico. Eso se debe a que no contaminan y, además, son más baratas de producir. Además, pueden ser generadas por quienes las consumen, como por ejemplo con paneles solares en una casa particular o en una comunidad rural.

Sin embargo, la iniciativa de reforma al sector eléctrico busca cambiar esa regla y eliminar la obligación del gobierno de distribuir primero la electricidad generada por medio de energías renovables para dar paso a la energía que se genera de la quema de carbón y combustóleo.

Ese cambio contribuirá al calentamiento del planeta, agravando los efectos del cambio climático, el cual es la principal amenaza ambiental que enfrenta nuestra generación, además que seguirá deteriorando la calidad del aire que respiramos.

Quemar carbón y combustóleo implica emitir gases y compuestos tóxicos como el dióxido de azufre, material particulado, óxidos de nitrógeno, mercurio y plomo, entre otros, que dañan la salud de las personas y contribuyen al alza en enfermedades respiratorias y al incremento en muertes prematuras por la mala calidad del aire.

Por ejemplo, la termoeléctrica de Tula, Hidalgo, genera el 3% de la electricidad que se produce a escala nacional, pero aporta diariamente el 56% de las partículas generadoras de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Con este dato, podemos darnos cuenta claramente de que el  combustóleo, el carbón y el gas no pueden ser parte de nuestro futuro energético.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. Súmate a las voces que estamos pidiendo una transición energética limpia y justa, por nuestra salud y la salud de nuestro planeta.

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*Versión estenográfica de la cápsula del 22 de enero de 2022 en Radio Fórmula.