Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica: México Haz Algo en Telefórmula
Hola Sofia, Hola Manuel, tengo que ser muy sincera esta cápsula no fue tan fácil de hacer, primero por que soy abogada y obviamente solidaria con todo mi gremio, segundo porque los que llevamos más de veinte años dedicándonos a estudiar, entender, trabajar, analizar y explicar el sector eléctrico en México y su marco jurídico, nos encontramos en situación de alerta ante lo que pretende hacer nuestro pintoresco huésped del Palacio Nacional. Ya en mi cápsula anterior hable un poco sobre la falta de entendimiento ante las energías renovables y como estas podrían ser la puerta para generar un desarrollo económico y social en nuestro país.
Vamos a recordar un poco de historia, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue creada en 1937, época de grandes cambios y sentimientos nacionalistas; ello como antesala de la expropiación petrolera de 1938.
Sin embargo debemos recordar que empresas extranjeras seguían ofreciendo servicios de generación, transmisión y comercialización de energía, pues el país no contaba con los medios, ni profesionistas que pudieran hacerlo, por lo que no fue hasta 1960 que se llevó a cabo la nacionalización de la industria eléctrica.
Pero ¿qué pasa generalmente a las empresas que son tocadas por la centralización bueno pues la ineficiencia administrativa del gobierno y el corporativismo sindical siempre hacen presencia, y en este caso no fue la excepción; pues durante los sexenios de Echeverria y López Portillo la CFE se vio sumida en una ineficiencia brutal y en una enorme carga laboral.* Vale la pena mencionar que esos presidentes son dos de los grandes fracasos populistas y centralistas de México. Estoy segura que muchos de los oyentes no recuerdan esa época, varios no habían ni nacido, pero a los que les toco vivirla saben bien que justo se hicieron las cosas como no deben hacerse, exactamente como las está haciendo ahora el presidente actual.
Asi, en 1972 se promulga la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, Sin embargo, para 1990 la CFE, como todas las entidades paraestatales de ese momento, era ya una enorme carga para el erario, sumida en la más profunda corrupción e incapaz de poder contar con los recursos para acometer el crecimiento industrial que México requería.
Eso conllevó a reformas que permitiesen esquemas de producción público-privada tales como la Producción Independiente de Energía (PIE) y las Obras Públicas Financiadas (OPF).
Dichos esquemas permitieron un crecimiento exponencial de la capacidad de generación y transmisión en México, sin comprometer recursos del erario, los cuales podían ser destinados a áreas de atención como salud, educación y seguridad.
Sin embargo, CFE seguía sumida en la ineficiencia, secuestro sindical, sobrepoblación laboral y corrupción.
A efecto de hacer más competitivo el mercado es que se promulgó la Ley de la Industria Eléctrica en el 2014, de la cual ya hablé en mi cápsula anterior.
Quedaron como áreas exclusivas del Estado la distribución y la transmisión, lo cual es lo correcto y apropiado Hubieron algunos errores , principalmente en los primeros proyectos aprobados donde se cometieron abusos a las comunidades locales, pero conforme fueron siendo mas los proyectos la transparencia y rendicion de cuentas a las que se fueron sometidos, ayudo a reducir considerablemente esos impactos nocivos, principalmente por el trabajo de las Organizaciones no gubernamentales que trabajaron en defensa de dichas comunidades, muchas de ellas conformados por abogadas y abogados.
Ahora bien, el Gobierno Federal intenta una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica para “rescatar a la CFE”.
¿En serio? ¿Yo me pregunto de quién quieren rescatar a la CFE?, ¿de ella misma? ¿de los sindicatos que la siguen teniendo secuestrada, de la sobrepoblación laboral o de la corrupción interna?
¿Acaso la rescatan de su limitada capacidad financiera e incapacidad para cubrir toda la demanda que México requiere? Rescatarla es inyectar recursos a fondo perdido, es como querer curar una enfermedad terminal con una aspirina y peor es subsidiarla sin razón cuando existen esquemas para que ofrezca energía económica.
Esa reforma a la Ley de la Industria Eléctrica será una lucha frontal con las instituciones nacionales judiciales y el Gobierno lo sabe perfectamente*.
Todo esto en lugar de buscar generar un marco donde la participación de las empresas, las comunidades y el gobierno se pudiera dar de manera más justa y equitativa en beneficio de todos nosotros, los mexicanos.
El Gobierno sabe que esa reforma es un cohete legal sin fuerza, pero significa un hitazo populista. De ser declarada la inconstitucionalidad y en cuanto se empiecen a ganar os amparos contra esta absurda ley, el Presidente va a usar esta situación para justificar la reforma a la Constitución. Para llevar a cabo la reforma a la Constitución se requiere tener controlado el Poder Legislativo.
Para tener controlado el Poder Legislativo se requiere nuevamente del voto masivo el 6 de junio del 2021. Con el voto masivo se abre la puerta a reformas profundas para tener el tan ansiado poder absoluto.*
En México haz algo creemos que no hay acciones pequeñas todo esfuerzo cuenta, por eso los invitamos a que analicen con nosotros este tema desde un marco más amplio, el Gobierno no tiene un interés genuino en rescatar a la CFE de igual manera que le importa poco las mujeres, los niños con cáncer o recuperar el penacho de Moctezuma; lo que realmente busca generar son aquellos sentimientos nacionalistas sustentados en el populismo para tener el poder y encontraron en esta empresa el ejemplo y la excusa perfecta.
Así que no caigamos en la trampa de que por querer rescatar la soberanía energética, le entreguemos el poder a una persona que solo quiere el poder por el poder.
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Gracias y buen fin de semana.
* Con información de Claudio Rodríguez-Galán socio de la Práctica de Energía de Thompson & Knight.
** Versión estenográfica de la cápsula del sábado 27 de febrero de 2021