Terremoto y Planeación Urbana: Cápsula de México Haz Algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Radio Fórmula.

Hola, qué tal, muy buenas tardes.  Hace unos días, el mayor experto en desastres de la Organización de las Naciones Unidas, Robert Glasse, dijo que si bien existen fenómenos naturales, los desastres no los ocasiona la naturaleza, sino la interacción del ser humano con dichos peligros.

En el caso del terremoto que recién azotó la Ciudad de México, Puebla y Morelos el pasado 19 de septiembre, vemos que las tragedias más graves han tenido que ver con el colapso de más de 35 edificios dentro de los cuales quedaron atrapados seres humanos que no tuvieron tiempo de salir.

Al respecto, resulta muy interesante un artículo recientemente publicado en la revista Nexos y escrito por Salvador Medina Ramírez, en el cual se presenta un análisis del patrón de destrucción del terremoto, el cual recorre en una diagonal desde Xochimilco hasta Reforma, pasando por División del Norte, Coapa, Culhuacán, Tlalpan, la colonia Del Valle, Narvarte, Roma y Condesa, entre otras zonas afectadas.

Este patrón, señala el autor, no es fortuito, sino que corresponde al antiguo lago de Xochimilco que recorría justo en una diagonal el Valle de México. El haber desecado en su mayor parte estos lagos y haber llevado a cabo una urbanización intensa ha implicado que el subsuelo en muchas zonas de la ciudad se haya hecho blando y que amplifique y alargue las ondas de los sismos, haciéndolos más peligrosos, a lo cual hay que agregar la sobreexplotación de los acuífereos subterráneos, que generan hundimientos en la ciudad y hace a las edificaciones más frágiles a los sismos.

Sobreexplotamos el agua al tiempo que se hunde la ciudad, pero al mismo tiempo nos inundamos cada vez que llueve de forma torrencial porque no hemos construido la infraestructura necesaria para canalizar el líquido de forma adecuada. Es un hecho que el cambio climático, el cual trae consigo huracanes y tormentas de mayor intensidad, agravará toda esta problemática.

A todo ello habrá que agregar los resultados que se obtengan de las investigaciones sobre violaciones a usos de suelo, licencias de construcción obtenidas por medio de la corrupción y otras irregularidades que contribuyeron a generar esta tragedia.  En este sentido, el experto de la ONU dijo que la Ciudad de México tiene todavía mucho que caminar en materia de establecimiento de códigos de construcción.

Nuestros gobiernos se niegan a entender la interconexión de los fenómenos naturales y siguen aplicando una visión cortoplacista para la planeación del desarrollo urbano. Lo acabamos de ver con el recién inaugurado Deprimido de Mixcoac, donde se siguen privilegiando obras de infraestructura que ya no corresponden a una ciudad donde el patrón de lluvias se ha modificado considerablemente y ahora enfrentamos inundaciones varias veces al año.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución.  Sigamos trabajando porque esta solidaridad y conciencia ciudadana mostrada durante la tragedia no se detenga, sino que se convierta en participación activa y vigilante de las acciones del gobierno, puesto que, como hemos visto, la corrupción, la neglicencia y la falta de planeación la sufrimos directamente los ciudadanos y puede costarnos la vida.

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¡Gracias y buenas tardes!