Promueven educación ambiental y alimentaria mediante agroecología urbana en Colima

Julián Mendoza Campos, ingeniero en agroecología por la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), actualmente promueve en Colima la «agroecología urbana», la cual consiste en la aplicación de métodos técnicos y agronómicos-biológicos.

“Desarrollo una experiencia con un colectivo de profesionistas en la ciudad de Guadalajara denominado Instituto Omatl; formamos parte de una red de agricultores y hacemos promoción y divulgación de la agricultura urbana porque creemos que esta tiene el potencial no solamente de producir alimentos, que es el pilar fundamental, sino que tiene otros pilares que van a acompañados con la producción de alimentos”, detalló el ingeniero.

En entrevista, dijo que a través de la agroecología urbana se promueve la cultura y educación ambiental, a la par creando conciencia sobre los procesos productivos que tienen lugar en el campo agrícola. Lo anterior busca generar puentes de comunicación entre las sociedades urbanas y rurales.

Mendoza Campos, quien es estudiante de la maestría en desarrollo rural regional de la UACh e integrante de la red de agricultores urbanos de la zona metropolitana de Guadalajara, expuso que en México el tipo de sistema productivo predominante en la agricultura se denomina sistema convencional, el cual se vale del uso de agroquímicos y tecnologías, que aunque promueve el desarrollo productivo y económico del sector agrícola, está afectando la salud de los ecosistemas.

Dicho desarrollo debe ser compatible y sustentable entre lo económico, ambiental y social, de ahí que la agroecología propoga un equilibrio en la producción de alimentos.

Mencionó que la agricultura urbana puede instalarse en sistemas productivos en cualquier tipo de espacio, como por ejemplo azoteas, paredes, patios, escuelas, centros penitenciarios, etc. Además, suele funcionar como terapia ocupacional.

“El consumo directo o local tiene implicaciones ambientales, culturales, económicas y sociales, que generan redes internas en las ciudades, que los economistas franceses les llaman circuitos cortos de comercialización”, indicó.

El experto aseguró que integrar redes sociales, no virtuales, relativas a la producción de alimentos es una cuestión de seguridad y soberanía alimentaria, particularmente en este momento que tenemos esa incertidumbre comercial y productiva al no ser autosuficientes.

La agricultura urbana y periurbana ofrece un acercamiento a las personas que carecen de algún vínculo con la agricultura, a fin de que la retomen y diseñen estrategias para mejorar la dieta de las personas, coman de manera más sana, sin agroquímicos, de manera orgánica, promuevan el cuidado del agua y del suelo y aprovechen el agua pluvial para la producción de alimentos.

Algo que distingue a la agricultura urbana y periurbana es que se desarrolla en predios no aptos, por lo que deben trabajarse para reactivarlos, aprovechando su agrobiodiversidad.

Por el momento, Julián Mendoza participa en el proyecto Transferencia de tecnología para la producción y certificación de productos orgánicos en el estado de Colima, apoyado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Fundación Produce Colima, A.C. y la UACh.

 

Fuente: Agencia Informativa CONACYT