La UNESCO y su papel en la conservación del ecosistema manglar

Hoy en día, los manglares costeros se hallan entre los ecosistemas más amenazados del planeta. Datos recientes revelan que a la fecha, se ha perdido el 67% de los manglares, y en un siglo podrían desaparecer casi todos los que no están protegidos.

Recordemos que los manglares otorgan beneficios y servicios esenciales para la vida en la Tierra, entre ellos suministrar seguridad alimentaria, mantener las pesquerías y los productos forestales, protección contra las tormentas, los tsunamis y el aumento del nivel del mar, prevención de la erosión de los litorales, regulación de la calidad del agua costera y provisión de hábitats para especies marinas en peligro, por mencionar algunos, pues la lista sigue y sigue. Cabe destacar la función que desempeñan los manglares en la captura y almacenamiento de importantes cantidades de carbono azul en las zonas costeras, procedentes de la atmósfera y los océanos, lo que resulta clave para atenuar el cambio climático.

Por lo anterior, la UNESCO proclamó al 26 de julio como Día Internacional de Conservación del Ecosistema Manglar, cuya aprobación tuvo lugar el 6 de noviembre del 2015. Con ello, el organismo está aprovechando todas sus capacidades, a través de su Programa sobre el Hombre y la Biosfera, su Programa Hidrológico Internacional, su Comisión Oceanográfica Intergubernamental y el Programa sobre los Sistemas de Conocimiento Locales e Indígenas, para proteger los manglares. Tales acciones se realizan en todo el mundo, en diversas reervas de la biosfera que albergan estos ecosistemas.

Asimismo, la UNESCO promueve el desarrollo sostenible de las comunidades locales que interactúan directamente con los manglares y que dependen de sus bienes y servicios, desempeñando además una función activa en la Iniciativa sobre el Carbono Azul, cuyo objetivo es atenuar el cambio climático mediante la conservación, protección, restauración y utilización sostenible de los sistemas costeros y marinos, particularmente de los manglares, las marismas de marea y las praderas marinas.

Sin embargo, esto no es suficiente, lo que requiere fortalecer la ciencia en este ámbito. Para lograrlo, la UNESCO ha emprendido esfuerzos para ampliar las capacidades de los gobiernos y reforzar sus conocimientos científicos, específicamente en países de África y en pequeños Estados insulares en desarrollo que dependen bastante de estos ecosistemas. Esto es posible trabajando con las comunidades locales y aprovechando los conocimientos indígenas.

Es así como esta efeméride nos invita a todos a redoblar nuestro compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. El mensaje de la UNESCO para este 2017 es claro: hay que revertir la tendencia de la degradación y proteger los manglares sin excusa, pues de ellos depende la salud del planeta.

 

 

Fuente: UNESCO