Otorgan autorización para dinamitar en la Reserva de los Tuxtlas

san-andres-tuxtlaLa Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó autorización para que se dinamite parte de la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas para llevar roca basáltica hacia la obra de ampliación del Puerto de Veracruz, del proyecto Aprovechamiento y explotación de roca basáltica del banco ubicado en el ejido Balzapote, municipio de San Andrés Tuxtla.

Y es que, aun cuando la autoridad argumente que se ha reducido el área, tiempo y volumen de roca a explotar, dicha autorización violenta el marco jurídico y representa un pésimo precedente para que se pueda seguir explotando este espacio.

Por ello, esta acción que fue calificada como preocupante por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).

En este sentido, Xavier Martínez Esponda, director de la Oficina Golfo de Cemda, apuntó que las Áreas Naturales Protegidas están perdiendo su objetivo fundamental de conservación frente a proyectos de desarrollo que no son sustentables.

Lo cual está en contra del derecho de tener un ambiente sano, contenido en numerosos documentos, como el artículo cuarto de la Constitución y en el Convenio de Diversidad Biológica; en tanto, las autoridades correspondientes no están garantizando este derecho fundamental.

La autorización de dinamitar recursos naturales en área protegida, afecta los estándares de protección ya adquiridos y, a decir de Sandra Moguel, abogada de la AIDA, viola los compromisos internacionales de México –adquiridos al ratificar la Convención de Diversidad Biológica y la de Humedales de Importancia Prioritaria Internacional Ramsar– sobre conservar la biodiversidad y sus humedales en su territorio.

A pesar de que la comunidad científica nacional e internacional ha alertado oportunamente a la Semarnat sobre los riesgos del proyecto, el pasado 26 de junio se dio a conocer que la dependencia aprobó el proyecto.

El pasado abril se entregó a la dependencia un análisis que señala que se afectaría negativamente el funcionamiento de los últimos reductos de selva alta perennifolia representativos del límite norte de distribución de este tipo de vegetación en América.

Asimismo, los especialistas destacaron los valiosos servicios ambientales que brinda la selva, a pesar del grave problema de deforestación que enfrenta.

Por ello, resulta claro que la minería a cielo abierto y, en particular la explotación de basalto con el uso de explosivos que se pretende realizar no es compatible con el objetivo para el que fue creada la reserva; sobre todo porque el sitio donde se pretende realizar el proyecto se encuentra en una zona en la que se prohíbe explícitamente el uso de explosivos.

Estos no son los únicos argumentos ignorados. También se ha señalado la desaparición de los pocos fragmentos de selva que quedan, podrían causar la extinción local de algunas especies; considerando, además que puede ser un hábitat para 115 especies de aves que se encuentran en alguna categoría de riesgo.

Asimismo, el proyecto rompería la conectividad física y funcional de elementos del paisaje, tanto entre ellos como con la zona núcleo de la reserva. Además, se trata de un sitio donde la selva lleva 30 años recuperándose por el retiro casi total de actividad humana; alterará irreversiblemente la topografía, la vegetación y los servicios ecosistémicos del área, y aumentará la vulnerabilidad de la zona núcleo a eventos climáticos.

Por todas estas razones, el análisis técnico de la MIA del proyecto, realizado por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma de Morelos, concluyó que «el proyecto afectará de manera irreversible la integridad biológica y socioecológica, así como los servicios ambientales que esta región ofrece a sus habitantes».

Por esta razón, la recomendación enfática que se hizo a la autoridad es que «se niegue la autorización para desarrollar el proyecto y se busquen alternativas de desarrollo compatibles con la conservación de la biodiversidad regional como es el ecoturismo».

En particular, se sugirió «explorar la posibilidad de explotar otros bancos de basalto de la región que se encuentran fuera de los límites territoriales de la reserva».

Los expertos entregaron sus conclusiones a la delegación de la Semarnat-Veracruz, que con esta decisión las está ignorando. Por ello, las organizaciones firmantes ha manifestado que en breve recurrirán legalmente la autorización.