Daño ecológico, corrupción y especulación en el desarrollo turístico Cabo Cortés

La lucha por preservar Cabo Pulmo, la zona marítima protegida más exitosa de nuestro país, continúa. Organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), WWF, Greenpeace, habitantes de la zona y la comunidad académica y científica internacional han denunciado desde el principio los impactos negativos que el mega desarrollo turístico Cabo Cortés, ubicado en Baja California Sur, tendría en este parque natural.

En días recientes, Luis Feyo Mac Donald, titular de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas(Conanp) señaló al periódico La Jornada que el área es prioritaria y no se permitirá que el desarrollo turístico de Cabo Cortés cause daños al ecosistema. El funcionario federal anunció que una misión de la Convención Ramsar –organismo encargado de enlistar los humedales prioritarios en el planeta- y del Patrimonio Mundial de la Unesco visitará el parque natural para elaborar un informe sobre los impactos y afectaciones que el plan turístico tendría sobre él.

En este sentido, Fueyo Mac Donald, ha señalado que toda obra o actividad, aunque no se realice dentro del parque, genera “interacciones”, por lo cual la dependencia que él encabeza requiere la información precisa del proyecto para poder asegurar que no habrá daños o retroceso en el ecosistema. Proyectos como Cabo Cortés, Cabo Rivera y el Anhelo (otros dos proyectos que se asientan en la zona) “deben verse desde una perspectiva de efectos acumulativos, son proyectos que estarían interactuando con el parque nacional”, afirmó el funcionario en entrevista con el diario mexicano.

Aspectos como la construcción de rompeolas, escolleras, el rompimiento de la barra de arena para comunicar el mar con el proyecto de marino y la descarga de salmuera –producto de la operación de una planta desaladora que contempla el desarrollo- son aspectos sensibles que en la Manifestación de Impacto Ambiental otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) quedaron condicionados.

A las críticas al desarrollo de Cabo Cortés, se suman ahora escándalos de corrupción. Desde hace un par de semanas en los medios españoles se ha dado a conocer que Hansa Urbana –empresa promotora del proyecto- cedió sus propiedades en México a la Caja de Ahorro Mediterráneo (CAM), esto con el fin de saldar una deuda de 114 millones de euros. Entre estas propiedades se encuentran los terrenos de Cabo Cortés y el Novo, en Quintana Roo. Antes de que las propiedades fueran cedidas, la CAM tenía una participación minoritaria en estos proyectos, sin embargo ahora pasará a tener el control en ambos.

La prensa española ha develado que, durante el primer semestre del año, la CAM registró pérdidas por 1,136 millones de euros; a esto se suman auditorías con irregularidades y la erogación de casi 13 millones de euros como prejubilación para cinco ex directivos. A finales de septiembre, fue despidida la directora de la CAM, María Dolores Amóros, quien fue acusada de actuar en beneficio propio al otorgarse una pensión vitalicia de 369 mil euros anuales. La ex directora actualmente se encuentra bajo investigación de la Fiscalía Anticorrupción del gobierno español.

En manos de estas empresas el gobierno mexicano ha puesto nuestros recursos naturales. Las facilidades que la Secretaría de Economía, el ex gobernador de BCS y la Semarnat han dado a Hansa Urbana han abierto la puerta a la especulación y ponen en un grave riesgo al arrecife coralino más sano del planeta. Defendamos juntos a Cabo Pulmo, te invitamos a ingresar a la Fan Page en Facebook y hacer click en “me gusta”, sumemos nuestra voz en contra del proyecto Cabo de Cortés.