El desarrollo Cabo Cortés en Baja California Sur pone en riesgo nuestro patrimonio ambiental: CEMDA

La autorización otorgada por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a la empresa Hansa Urbana para construir el desarrollo turístico Cabo Cortés, aledaño a la Reserva Natural Cabo Pulmo, privilegia un modelo de turismo no sustentable  y pone en riesgo uno de los patrimonios ambientales más importantes de América.

En respuesta a las afirmaciones realizadas por la empresa Hansa Urbana, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) precisó que más allá de la asesoría legal que nuestra organización brinda a integrantes de la comunidad de Baja California Sur, la defensa de Cabo Pulmo la encabezan activamente muchas otras organizaciones civiles nacionales e internacionales de gran prestigio y trayectoria;  pobladores de la región y otros miembros de la comunidad, quienes además cuentan con el apoyo de científicos y académicos de destacadas instituciones de México y otros países como Estados Unidos y Canadá.

Los elementos técnicos para la defensa de Cabo Pulmo están respaldados sólidamente en información técnica, por lo que la autorización fragmentada que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha otorgado al proyecto hace caso omiso de estudios y opiniones de científicos y expertos, quienes el pasado 23 de mayo dirigieron una carta a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), advirtiendo, entre otras cosas, que:

«La afluencia del turismo y el crecimiento demográfico de un proyecto de esta magnitud traerá contaminación abrumadora y una mayor presión sobre los ecosistemas marinos y costeros de Cabo Pulmo. La vulnerabilidad de los corales a la actividad humana y la contaminación están bien documentadas, ya que son sensibles a los cambios en la calidad del agua, la salinidad, la turbidez y la temperatura. El dragado de arena durante la construcción del puerto deportivo y el espigón, el uso de fertilizantes y productos químicos en el campo de golf, la descarga de la desalinización y las plantas de tratamiento de agua y la contaminación de los botes, aunado al incremento de población humana, alterarán dramáticamente la ecología del área. La propuesta de Cabo Cortés también incluye infraestructura en las dunas de arena, lo que dañaría la costa y resultando en la erosión de la playa que constituye un sitio de anidación vital para las tortugas marinas.»

En síntesis, 22 científicos de 18 instituciones académicas nacionales e internacionales alertaron a la ONU que «este desarrollo ocasionaría un daño irreversible a este único y vulnerable arrecife y es inconsistente con su estado de Área Natural Protegida» 

El proyecto de Cabo Cortés pretende construir 30 mil cuartos, dos campos de golf y una marina de 490 posiciones,  en una superficie de 3,800 hectáreas, en una zona colindante con Cabo Pulmo, a dos horas de Los Cabos.

«Durante sus 18 años de existencia el CEMDA ha promovido y apoyado el desarrollo del sector turístico sustentable y socialmente responsable en México. En el CEMDA estamos a favor del crecimiento, el desarrollo y la creación de empleos, siempre y cuando éstos sean respetuosos de la legislación ambiental y del capital natural de nuestro país», afirmó Agustín Bravo Gaxiola, representante regional de la oficina de CEMDA en Baja California Sur.

A pesar de que el proyecto fue aprobado ilegalmente por la Semarnat de forma fragmentada, y con escasas salvaguardas para los valores ambientales de Cabo Pulmo, Hansa Urbana ha impugnado estas mínimas medidas de protección a través de un juicio de amparo -y la ampliación de éste-  contra la Semarnat y busca operar bajo el esquema que llevó a la destrucción de la costa española, pretendiendo ignorar requisitos que sí son respetados por otras  empresas mexicanas comprometidas con el medio ambiente. Incluso Hansa Urbana hace promoción de Cabo Cortés a pesar de que está prohibido por la legislación de Baja California Sur, hasta en tanto el proyecto no tenga avances importantes lo cual no es el caso.

Cabo Cortés enfrenta también otros litigios diversos.  En 2010 le fue revocada su primera autorización, precisamente por el desapego del proyecto al marco legal. A dichos litigios se sumará una acción de nulidad contra la resolución que dictó la Semarnat a uno -entre cinco- recursos de revisión contra el proyecto Cabo Cortés.

Respecto de la afirmación de Hansa Urbana en el sentido de que Cabo Cortés es un proyecto que fue  materia de consulta púbica promovida por la empresa, la realidad es que esto no ocurrió, pues en primer término se adquirió el terreno, posteriormente se formuló la Manifestación de Impacto Ambiental, y después se organizaron eventos meramente de difusión.

Finalmente, Agustín Bravo señaló que CEMDA siempre ha estado abierta a dialogar sobre este tema. «La prueba más clara es que desde el 7 de junio pasado se solicitó formalmente por escrito, a través de  Alberto Ortega Almanza, secretario particular del titular de  Semarnat, una solicitud de audiencia con Juan Rafael Elvira Quesada , misma que no fue contestada, por lo que insistimos nuevamente hace una semana, sin que hasta el momento tengamos ninguna respuesta.  Por el contrario, lo que sí hemos recibido han sido ataques y difamaciones de las propia autoridad a través de los medios de comunicación».