Agoniza el Valle de Cuatro Ciénegas en Coahuila
El valle de Cuatro Ciénegas agoniza. Los cultivos de alfalfa, que absorben gran parte del agua de su acuífero, están secando las lagunas y los pozos de esta área natural protegida, considerada como un laboratorio vivo porque ahí habitan microorganismos más antiguos que los dinosaurios. La bióloga Valeria Souza, científica que desde hace una década estudia esta región de Coahuila, es quien lanza la alerta: “Necesitamos que las autoridades se activen para salvar Cuatro Ciénegas”.
Valeria Souza se ha convertido en la voz de Cuatro Ciénegas: “Si perdemos este lugar, no sólo se perderán muchas especies, sino la oportunidad de entender cómo se originó y evolucionó la vida en la Tierra”. La científica no exagera.
Esta investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, junto con un equipo de 40 científicos, estudia este valle desde hace una década. Sus trabajos han ayudado a entender la importancia del lugar: se trata de uno de los pocos sitios del planeta en donde todavía se pueden encontrar los primeros microorganismos que comenzaron a transformar la vida en la Tierra hace 3.5 mil millones de años.
Además del trabajo científico que realiza en la zona, Souza libra una batalla por la conservación del ecosistema. Su lucha es para detener el intenso cultivo de alfalfa que se destina a la industria lechera. Estos cultivos se realizan en los valles vecinos a Cuatro Ciénegas y aun dentro del valle de Cuatro Ciénegas. Para regar el alfalfa se han abierto pozos de hasta mil metros de profundidad, por lo que se está sobreexplotando el manto acuífero del que dependen las pozas de Cuatro Ciénegas.