Calentamiento global reduce las cosechas de arroz

arLos efectos del cambio climático son realmente preocupantes. Se podría pensar que el aumento de algunos grados en la temperatura del planeta no son tan graves, peo estudios como el que les presentamos el día de hoy muestran el tamaño del problema.

Si hay un alimento que pueda considerarse imprescindible para la humanidad seguramente sea el arroz. Alrededor de 3.000 millones de personas en todo el mundo lo consumen cada día y gracias a él subsiste más del 60% de los pobres que viven en Asia.

Sin embargo, el aumento de temperaturas registrado en las últimas décadas está amenazando los cultivos de este cereal, cuya producción podría reducirse a medida que el fenómeno se acentúe si no se cambian los métodos agrícolas.

Según un nuevo estudio, publicado esta semana en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), el incremento de las temperaturas registrado durante los últimos 25 años ya ha reducido las cosechas de arroz en algunos lugares de Asia entre un 10 y un 20%.

Para llevar a cabo la investigación, un grupo internacional de científicos analizó la situación en 227 plantaciones situadas en los seis principales países productores en Asia, el continente en el que se cultiva más del 90% de arroz mundial. Los datos fueron recopilados durante seis años.

Los investigadores comprobaron que a medida que las temperaturas mínimas diurnas aumentan, o que las noches son más calurosas, la producción en los campos de arroz cae. Aunque las temperaturas moderadamente más altas de lo habitual durante el día pueden ser beneficiosas para la producción, las pérdidas causadas por el aumento del calor durante las noches probablemente anularán ese efecto, según el estudio. Además, si las temperaturas diurnas son demasiado altas, causarán una pérdida adicional.

Jarrod Welch, coautor del estudio y científico de la Universidad de California (EEUU), subraya que su investigación es la primera que utiliza datos recopilados en plantaciones de agricultores y que, por tanto, están sometidas a condiciones meteorológicas reales. La información obtenida se suma a la que se ha conseguido en experimentos controlados.

Vía: El Mundo