UAG convierte aceite comestible en biodiésel

biocombustiblesA fin de evitar que el aceite comestible sea desechado a través del drenaje o la basura, la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) se dedica a reciclarlo para convertirlo en biocombustible y aprovecharlo en sus instalaciones.

Desde el año pasado, y gracias al Centro de Sustentabilidad y Energía Renovable (CSER), la UAG posee su propia planta de biodiésel, que abastece a dos camiones de dicha institución.

El aceite es recolectado de las cafeterías de la universidad y de cinco restaurantes. Posteriormente, el CSER lo transforma para obtener cerca de 200 litros mensuales de biodiésel.

Jesús Uriarte Camacho, líder del proyecto, señaló que la tecnología utilizada por la planta fue desarrollada en su totalidad por la universidad.

La planta de la UAG genera un biodiésel similar al diésel fósil, a fin de facilitar su uso en motores creados para trabajar con una mezcla de diésel.

El biodiésel ayuda a que las emisiones tóxicas, gases de efecto invernadero y otros contaminantes emitidos por los vehículos a motor se reduzcan hasta en un 80 por ciento. Asimismo, promueve la conservación del agua al evitar que ésta entre en contacto con el aceite.

La materia prima para la elaboración del biodiésel puede extraerse de diversas plantas, entre las que figuran la higuerilla, la jatrofa y la palma de aceite. También puede obtenerse del cártamo, el maíz y la canola.

Aunque México ha puesto en marcha las primeras etapas para la producción y utilización de biodiésel, en otros países del mundo dicha tecnología ya comenzó a ser reemplazada por nuevos descubrimientos.

Uriarte Camacho espera que la Reforma Energética otorgue un espacio para incrementar el uso del biodiésel, así como para implementar programas y políticas públicas que hagan obligatoria la mezcla de diésel con biodiésel para vehículos automotores, con la finalidad de evitar la contaminación excesiva.

El experto aclaró que el biodiésel es una buena opción para comercializar, siempre y cuando se venda en volúmenes grandes.

“La rentabilidad del biodiésel es muy poca o nula con producción por debajo de 10 mil litros mensuales. Cuando vendes por volumen, de 100 mil litros o más al mes, ya se obtiene una utilidad muy considerable y se convierte en una opción económicamente viable”, explicó.

El investigador enfatizó que el negocio del biodiésel solo puede florecer haciendo inversiones fuertes y mediante tiempos de espera prolongados, pues en el caso de los cultivos, el nivel de producción ideal se alcanza del tercer al quinto año después de la siembra.

Por su parte, la UAG desea establecer un acuerdo con el gobierno jalisciense para introducir el uso de biodiésel en los vehículos oficiales de los municipios, con un segundo objetivo de abastecer a las unidades de transporte público de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Fuente: Notimex