Por una transición energética justa e incluyente

Hace unos días, una coalición de organizaciones de la sociedad civil lanzó una iniciativa denominada Combustibles Prohibidos, la cual propone una ruta de TRANSICIÓN ENERGÉTICA JUSTA E INCLUYENTE, donde los combustible fósiles dejen de tener prioridad en el despacho de energía en México.

La iniciativa señala que el carbón y el combustóleo ya no pueden seguir siendo parte del futuro energético de México, debido a los fuertes impactos que tienen sobre el medio ambiente, el cambio climático y la salud de las personas.

La ruta de transición energética que proponemos incluye:

Que cuando se establezca el orden de despacho de las centrales eléctricas se tomen en cuenta como prioridad criterios de justicia climática, sustentabilidad, emisiones, resiliencia, seguridad y confiabilidad. Esto significa que las centrales de generación eléctrica con carbón y combustóleo deberán pasarán al final del orden de despacho.

Se deberá establecer un programa de retiro y sustitución de centrales altamente contaminantes antes del 2030, enfocado principalmente en las centrales termoeléctricas que utilizan combustóleo y carbón.

Asimismo, el gasto público que actualmente se destina a subsidiar combustibles fósiles deberá ser canalizado a proyectos de transición energética y energías renovables, así como a programas de adaptación y mitigación del cambio climático.

La iniciativa busca que comunidades locales que viven cerca de carboeléctricas o termoeléctricas que queman combustóleo puedan vivir en un medio ambiente sano y tener calidad de vida; sin embargo, se debe reconocer que para muchas de estas comunidades, la actividad extractiva y petrolera es su fuente de trabajo y de vida.

Por ello, es importante trabajar de la mano con estas comunidades, escuchar sus necesidades para poder desarrollar programas sociales que promuevan el desarrollo local y la diversificación económica en las zonas donde se apliquen los programas de retiro del carbón.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. No es cierto que debemos depender siempre de la energía fósil y que las alternativas renovables. Es cierto, por otro lado, que debemos caminar por la ruta de la transición energética para lograrlo y que en este camino no se pueden ignorar a las comunidades, ni los impactos en derechos humanos de los proyectos.

Nuestro país necesita combatir la pobreza energética, satisfaciendo las necesidades de acceso a la energía de toda su población, con una visión de justicia, equidad, perspectiva de género y respeto a los derechos humanos.

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*Versión estenográfica de la cápsula del 12 de marzo de 2022 en Radio Fórmula.