Legislación mexicana beneficia a mineras y deja desprotegidas a comunidades

El día de hoy El Universal publica un nota en la que se informa que el 30% de nuestro territorio es controlado por empresas mineras, en su mayoría de Canadá. Estas 52 millones de hectáreas, según expertos, resultan atractivas para estos consorcios debido a que la legislación de México facilita la extracción de minerales, mientras que quienes se ven afectados por la daños que esta actividad provoca están desprotegidos.

Estos datos fueron dados a conocer durante la presentación del libro La minería o la vida, la cual se realizó en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Ahí expertos en la materia explicaron que nuestro país es el segundo mayor abastecedor de minerales para los Estados Unidos y que se encuentra en el lugar 14 en lo que respecta a su atractivo para la inversión minera. En este sentido, se destacó que, a pesar de lo anterior, las perspectivas económicas para nuestro país son bajas en este rubro, ya que de los 50 mil millones que puede generar una empresa minera, tan sólo 500 millones de dólares se quedan en México.

Adicionalmente, las leyes de nuestro país vulneran los derechos de las comunidades y de los pueblos, privilegiando a los megaproyectos mineros, señaló Marycarmen Color, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos. Actualmente esto está sucediendo en la San Luis Potosí con el caso de la mina en la reserva de Wirikuta, recordó la funcionaria de Naciones Unidas.

Los autores del libro, Francisco López Bárcenas y Mayra Eslava, comentaron que debido a las atractivas legislaciones en materia ambiental, de posesión de tierra e impuestos, durante la última década la Secretaría de Economía ha otorgado una gran cantidad de permisos en todo el país. “Cuando una empresa decide solicitar una concesión no necesita manifestar qué mineral va a buscar, sólo se apropia del que encuentra”, lo cual ha causado, dijeron, graves perjuicios a los habitantes originales de estas zonas.

Un grave problema en materia de medio ambiente es que las empresas mineras se enfrentan a las comunidades, echando mano de su capacidad en manejo de conflicto, utilizando métodos que no son compatibles con la preservación del ambiente. Una vez que han logrado extraer el mineral, las empresas simplemente se marchan, señaló Adrés Barreda Marín, investigador de la UNAM.

Vía: El Universal