Noruega se llevó las palmas y el reconocimiento de todos los países presentes en la conferencia de las partes, al anunciar que reducirá el 40% de sus emisiones para 2020 con base en 1990.
Arabia Saudita se mantiene en la lista de los países menos productivos en el proceso de la negociación, ya que cada día que pierda el combate al cambio climático, lo gana su producción petrolera, afirman diversos participantes.
Mientras la Unión Europea se reúne con grupos indígenas para hablar de la importancia que tiene el incluir los derechos de las comunidades en el esquema REDD, dentro del proceso se niega a incluir los aspectos más básicos dentro del texto de negociación.
La transferencia de tecnología es fundamental para que países en desarrollo puedan llevar a cabo sus respectivas labores de desarrollo bajo en carbón, pero igual de importante es el conocimiento de los pueblos y comunidades indígenas que tienen grandes contribuciones que hacer a la humanidad, señalaron países como Bolivia.
Los países en desarrollo temen que la discusión que se está realizando en las actuales negociaciones tenga como fin acabar con la estructura del Protocolo de Kioto y llevarla a otro acuerdo, lo que retrasaría por mucho los grandes esfuerzos que han hecho los países a lo largo de estos años.
Estados Unidos ha presentado interesantes propuestas a lo largo de la negociación, pero su instrumentación y cumplimiento sigue siendo cuestionado por grupos como el G77 más China, quienes señalan que no se puede fiar de una actividad proactiva como la de Estados Unidos, porque ya lo han hecho y lo han dejado de hacer en otros momentos.
Rusia reconoció que para tratar un tema como el cambio climático es necesario que participen todos los países para su atención, aunque señaló que este tema es y será difícil de tratar en futuras negociaciones, aunque el tiempo no es el suficiente para estancar la discusión cuando el problema avanza con gran rapidez.
Sudáfrica señaló que toda negociación que se realice debe cumplir con los contenidos de la Convención y que no permitirán que los países desarrollados traten de pasar su deuda histórica a los países en desarrollo y olvidarse de sus respectivas responsabilidades.
Filipinas sostuvo que las negociaciones son un escenario en el que se pueden hacer interesantes propuestas como las que presentó Estados Unidos, pero que si no se establecen criterios, pero sobre todo metas claras y tangibles de reducción, todos esos esfuerzos serán simplemente inútiles. Y que no es justo ni posible confundir los anuncios de buena voluntad con las acciones que se necesitan hacer.
Los participantes comienzan a hacer demandas a los países para que trabajen en miras a las negociaciones de Barcelona, en donde se espera que los textos mejorados y trabajados por las partes puedan hacer el proceso de negociación más sencillo.