Una solución a la vista para dejar atrás a nuestros ineficientes refrigeradores
Los refrigeradores, congeladores, aires acondicionados, etc., son una pesadilla para el medio ambiente, no sólo por la energía que consumen, también por que los gases que utilizan para poder refrigerar son dañinos para la capa de ozono o producen calentamiento global, y en algunos casos, los dos.
Nuestros refrigeradores funcionan comprimiendo esos gases para convertirlos en líquido, que luego pasa por las tuberías que se encuentra en la parte trasera de ellos, así se absorbe el calor del interior y el liquido se convierte nuevamente en gas. Esté ciclo se repite una y otra vez.
El problema radica en que esos gases pueden fugarse de nuestros refrigeradores, tanto durante su uso, como cuando son desechados. Por eso es necesario encontrar nuevas formas efectivas para refrigerar que no requieran la utilización de gases. Una de ellas es la refrigeración magnética.
Esta forma de refrigeración pretende sustituir el uso de los dañinos para el medio ambiente gases refrigerantes, y de los ruidosos y derrochadores compresores, por sistemas en base a imanes, sin embargo el problema que había detenido este tipo de tecnología es que para funcionar requería del gadolinio, un raro y caro metal, y del arsénico, un veneno mortífero.
Sin embargo, el Centro para la Investigación de Neutrones del Instituto Nacional de Estándares de Tecnología de los Estados Unidos ha desarrollado una exótica aleación de metales (manganeso, hierro, fósforo y germanio) que ha demostrado ser sumamente eficiente como material magnetocalórico. Con ella, muy pronto podríamos dejar atrás nuestros viejos refrigeradores contaminantes y poco eficientes. Buenas noticias para el medio ambiente.
Vía: Pepe Grillo y SSN