México haz algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Radio Fórmula.

Hola Patricia y Manuel, ¿cómo están? Este lunes 6 de noviembre estará en México en visita no oficial el Relator Especial de Naciones Unidas para Medios Ambiente y Derechos Humanos, John Knox. Con ocasión de su visita, se llevarán a cabo dos foros de gran relevancia en donde se tratará el tema de la importancia de conservar y proteger el medio ambiente, respetando en todo momento los derechos humanos de las comunidades que en ellos habitan.

Para poder disfrutar plenamente de los derechos humanos a la vida, la salud, la alimentación y el agua, dependemos del cuidado que demos a los ecosistemas. Por ello, la degradación y la pérdida de diversidad biológica socavan la capacidad de las personas para disfrutar de sus derechos humanos. Esto no significa que no podamos tocar a los ecosistemas, sino que hagamos un uso racional y sostenible de ellos, a fin de mantenerlos sanos.

El cuidado de la biodiversidad está directamente relacionado con la salud humana. Se calcula que más de la mitad de los mil 355 medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos entre 1981 y 2010 eran de origen natural. En lo que respecta a los antibióticos, que han salvado millones de vidas: 10 de las 14 principales clases de antibióticos se obtienen a partir de microorganismos. A pesar de ello, actualmente el 40% de las cerca de 60 mil especies de plantas utilizadas con fines medicinales se encuentran actualmente amenazadas.

De la conservación de la biodiversidad depende que sigamos obteniendo alimento, madera para elaborar nuestra vivienda, así como agua limpia para consumo humano.

Durante el Foro que se realizará la mañana del lunes 6 de noviembre el Relator compartirá el escenario con diversos actores relevantes y, sobre todo, con los testimonios directos de líderes y lideresas indígenas que en están defendiendo su territorio y sus ecosistemas de la amenaza que representa para ellos la presencia de grandes proyectos de desarrollo.

Esto es muy importante porque el Informe del Relator señala que si bien todos necesitamos los servicios de los ecosistemas, las poblaciones indígenas, quienes habitan los bosques y los pescadores dependen directamente de la naturaleza, por lo que los daños ambientales en sus territorios y ecosistemas tienen consecuencias aún más desastrosas para ellos.

Algunos de los casos que se expondrán al Relator son, en primer término, el de la siembra de soya transgénica en la Península de Yucatán, por parte de Monsanto, y la forma como está devastando la selva maya y afectando a los productores de miel. Sobre este tema hemos hablado varias veces en este espacio. También se hablará de proyectos de energía renovable como Eólica del Sur que no ha tomado en cuenta la voz de las comunidades en donde buscan ubicarse, realizando afectaciones a su territorio, modo de vida y recursos naturales. De igual forma, se tocará el caso del Acueducto Independencia, así como del proyecto hidroeléctrico Las Cruces en Nayarit.

Los Estados tienen la obligación de proteger su medio ambiente y los derechos humanos. Como parte de las acciones contempladas en el Convenio de Diversidad Biológica del que México es parte, se establecieron las denominadas metas de Aichi. Una de ellas, la meta 5 consiste en que los Estados firmantes del Convenio se comprometan a reducir para el ritmo de pérdida de todos los hábitats naturales, incluidos los bosques, a reducir de manera significativa la degradación y la fragmentación, a asignar más porcentajes para proteger zonas marinas y terrestres, así como a evitar la extinción de especies en peligro identificadas y mejorar su estado de conservación.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. Al alcance de nuestra mano, en nuestra casa, escuela y comunidad podemos hacer algo por proteger la diversidad, cuidando los árboles, el agua, el aire y teniendo respeto por todos los seres vivos. De ello depende no dejar a nuestros hijos un mundo post-apocalíptico digno de la película más escalofriante de ciencia ficción.

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