Coronavirus y cambio climático: Cápsula México Haz Algo en Telefórmula

Ahora que en todas partes se está hablando del coronavirus y la preocupación que existe por el impacto que puede ocasionar a los seres humanos, vale la pena recordar el mensaje que dio hace unos días el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el sentido de que “el coronavirus es una enfermedad que esperamos que sea temporal, con impactos temporales, pero el cambio climático ha estado allí por muchos años y se mantendrá por muchas décadas, por lo que requiere acción continua”.

Es muy difícil establecer que existe una liga clara entre la actual pandemia de coronavirus y el cambio climático. Sin embargo, recordemos que desde hace más de una década, los científicos y expertos que integran el Panel Intergubermental de Cambio Climático señalaron que los efectos del calentamiento global sobre el Planeta eran inciertos, pero que, sin duda, habría un incremento en la frecuencia y magnitud de los fenómenos meteorológicos y que se incrementarían los riesgos de que resurgieran enfermedades ya extintas o incluso nuevas enfermedades.

El caso del dengue es un ejemplo de que esto es una realidad. Los cambios en las condiciones climáticas que han ocurrido desde 1950 facilitan la transmisión del virus del dengue a través de los mosquitos Aedes, así como el incremento del riesgo de contraer la enfermedad. La incidencia mundial del dengue se ha multiplicado drásticamente en las últimas décadas, y el riesgo de infección afecta a aproximadamente la mitad de la población mundial.

Recientemente, la Organización Meteorológica Mundial elaboró un estudio donde se resaltan las señales físicas de alerta del cambio climático, tales como el intenso calentamiento de los océanos y el Planeta en general. 2019 terminó con una temperatura media mundial de 1.1 grados centígrados por encima de niveles preindustriales estimados, valor superado únicamente en 2016.

El calor del océano está en un nivel récord, con temperaturas que aumentan el equivalente de cinco bombas de Hiroshima por segundo, señaló el secretario General de la ONU. En Japón, una intensa ola de calor provocó más de 100 víctimas mortales y 18 mil ingresos hospitalarios adicionales. En Francia, se registraron más de 20 mil visitas a urgencias para tratar dolencias relacionadas con el calor entre junio y mediados de septiembre, y durante dos importantes olas de calor se produjeron 1462 muertes en las regiones afectadas.

Quienes hemos hablado desde hace varios años del tema, nos hemos dado cuenta de que es difícil que las personas dimensionen el riesgo tan grave en el que se encuentra la especie humana por el cambio climático. El concepto suena quizá muy general, los eventos climáticos como incendios, huracanes e inundaciones, aunque frecuentes, son aislados o los percibimos como lejanos a nosotros.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. A diferencia de algo tan tangible como el coronavirus que nos da dolor de cabeza, fiebre y nos hace sentir mal; es difícil que conectemos con algo que parece abstracto como el cambio climático y por ello no nos preocupamos ni actuamos en consecuencia con medidas urgentes e inmediatas, como se está haciendo para evitar la propagación del coronavirus. Sin embargo, el cambio climático está generando cambios ya muy perceptibles en nuestra vida diaria y es tiempo que entendamos la relación que existe entre ambos y la urgencia de que tomemos acción para frenarlo.

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*Versión estenográfica de la cápsula de México Haz Algo del 14 de marzo en Telefórmula.