México haz algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Telefórmula.

Hola Manuel, Patricia y Sofía, ¿cómo están?

Esta semana, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), que depende de la Semarnat, otorgó aprobación para la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco. Sin embargo, el resolutivo favorable que emitió la dependencia, no tomó en cuenta omisiones graves de la Manifestación de Impacto Ambiental, conocida como MIA; la cual fue presentada por Pemex.

Organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica (CDB), señalaron que, además de que dicho resolutivo se emitió en tiempo récord, sin ni siquiera utilizar todos los 60 días que la ley le otorga para realizar un análisis de este tipo. La aprobación se dio a pesar de que la MIA carece de información técnica fundamental y suficiente para poder ser evaluada de forma integral y objetiva.

La dependencia no ha requerido evaluaciones de impacto ambiental para otras obras y actividades relacionadas con la infraestructura externa que también se requiere, como son el oleoducto para suministro de crudo, el gasoducto para suministro de gas natural, el tratamiento de aguas y la construcción de vías de comunicación.

Por otro lado, cabe recordar que la vegetación del sitio fue ilegalmente removida antes de contar con algún permiso, por lo cual incluso la ASEA impuso una sanción. Sin embargo, en su resolutivo la dependencia apenas menciona el hecho y le atribuye a un tercero la pérdida de casi la totalidad de la cobertura vegetal. Al respecto, es difícil creer que si el predio es propiedad de Pemex, un tercero haya podido llevar a cabo el desmonte de vegetación sin que ésta lo hubiera sabido.

Dependencias serias del propio gobierno como el Instituto Mexicano del Petróleo dijeron en su momento que, dada la alta vulnerabilidad del estado de Tabasco a los efectos del cambio climático, así como a la fragilidad ambiental del sitio, éste no es óptimo para construir una refinería; prueba de ello es que será necesario construir una plataforma con un desplante de tres metros sobre el nivel del mar para evitar inundaciones, con el enorme costo que esto seguramente tendrá.

Tanto la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) como la sociedad civil deberemos estar vigilantes de que en las obras por venir no se realice ningún tipo de actividad u obra que pueda afectar el manglar que todavía existe en la zona; que se mantenga a salvo la integralidad del flujo hidrológico de la zona de manglar que se localiza a las orillas del río Seco; que se cuente con un programa de reforestación; que se monitoree la calidad del agua subterránea y superficial; que se desarrolle un programa de rescate, reubicación y preservación de flora y fauna; así como que se establezcan medidas de adaptación de la obra al cambio climático.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. Es trabajo de la sociedad civil seguir vigilando y denunciando cuando las obras del gobierno se imponen sin tomar en cuenta la ley que se hizo justamente para proteger al medio ambiente y a los ecosistemas de un afán de desarrollo sin visión sustentable.

Síganos en www.mexicohazalgo.org y en twitter como @mcampuzano16 y @tracia17.

Gracias y buenas tardes.