Los combustibles fósiles no solo son dañinos para el medio ambiente, también para las economías: Stern

cop16Por Margarita Campuzano

México debe abandonar de inmediato los subsidios a los combustibles fósiles e incluso considerar un impuesto al carbono, pues no hay ningún país que se encuentre en la ruta hacia el bajo carbono que pueda seguir considerando ésta como una opción de desarrollo; apuntó Nicholas Stern.

Quien fuera economista en jefe del  Banco Mundial y autor del internacionalmente reconocido Informe  Stern sobre los costos globales del cambio climático, señaló lo anterior en el marco de la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16), y agregó que la opción para México se encuentra en la eficiencia energética y en las energías renovables.

Stern dijo que en muchos países, incluyendo México, se debe considerar la opción de un impuesto al carbono que permita generar los recursos para la protección del medio ambiente y para lograr una redistribución del ingreso hacia los sectores sociales menos favorecidos.

“Los combustibles fósiles no solo son dañinos para el medio ambiente, también son dañinos para las economías que siguen dependiendo de ellos”, apuntó.

Nicholas Stern expuso que el cambio climático esta conduciendo a la humanidad a una nueva revolución industrial que obliga a actuar con innovación y creatividad, y en la que es fundamental la intervención del Estado para regular el fracaso histórico del mercado en lo que se refiere a la distribución social de la riqueza y a la responsabilidad con el medio ambiente.

Apuntó también que las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) están creciendo más rápido de lo que se estimaba, pues cuando se dio a conocer el Estudio Stern en 2006 se calculaba que los límites de emisiones para estabilizar la temperatura del planeta se encontraban entre 450 y 550 partes por millón de CO2. Sin embargo, apenas cuatro años después, viendo los impactos del cambio climático como el incremento en el número de huracanes y la velocidad de derretimiento de los glaciares, queda claro que el limite máximo conservadoramente hablando seria de 450.

Añadió que actualmente las emisiones globales de CO2 se encuentran en 48 billones de toneladas. Para alcanzar la meta de no rebasar los dos grados en la elevación de la temperatura del planeta se tendrían que reducir a 44 toneladas en los próximos 10 años, a 35 toneladas en 20 años y a 20 toneladas en 40 años. Esto quiere decir que la meta es bajar el promedio de 7 a 2 toneladas las emisiones per capita a nivel mundial en los próximos 40 años.

Por su parte, Luis Miguel Galindo, autor del trabajo equivalente al Informe Stern para nuestro país, titulado: La economía del cambio climático en México, señalo que los costos de la inacción frente al cambio climático pueden representar para México hasta 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que se debe destinar aproximadamente el 2% del PIB para hacerle frente.

Galindo hizo un llamado para que el país “avance sobre la senda de bajo carbono con inclusión social, acompañada por finanzas públicas sólidas, economía eficiente y alta productividad en donde se conserve al medio ambiente”.

Apunto que el tema no se debe enfrentar únicamente con impuestos, sino que requiere también de subsidios en ciertos sectores como las energías renovables y proyectos conjuntos entre el sector privado y público para crear obras de infraestructura que fomenten y sean bajas en carbono, tales como opciones de transporte como trenes e hidroeléctricas.

Los recursos que se generen producto de estos impuestos deben traducirse en apoyo a la seguridad social, a la educación, a la salud y a las pensiones para tener una fuerza laboral más productiva y eficiente.

Dijo también que esta en riesgo entre el 30 y 40 por ciento de la biodiversidad del país, la cual podría desaparecer para 2100, por lo que igualmente importante a la llegada de mayores recursos es la regulación para que exista una supervisión adecuada. La regulación implica que se ofrezca a las personas que viven en estas áreas naturales opciones económicas para que puedan desarrollar actividades productivas y tener un nivel de vida digno. 

Galindo adelanto que en los próximos anos existirán acuerdos bilaterales o unilaterales donde se impongan impuestos al comercio exterior basados en contenido de carbono, por lo que solo los países que hayan mantenido una senda baja en carbono podrán seguir manteniendo un ritmo de crecimiento sólido en el argo plazo.

“Si no entramos pronto en esta senda, México va a quedar atrapado en 10 o 20 anos cuando informar el contenido de carbono en las exportaciones sea un requisito para seguir entrando en los grandes mercados internacionales; por ello es importante desde ahora generar otras sendas”.