La pesca, los subsidios y el colapso IV: ¿qué es, y qué no, un subsidio?

La pesca del mundo está acercándose cada vez más al colapso. ¿Por qué, siendo el mar tan ancho y el pescado tan abundante? En esta serie de seis artículos que publicaremos a lo largo de esta semana, intentaremos responderlo, y explicar el papel que juegan los subsidios gubernamentales en esta espiral que amenaza con dejarnos sin cocteles ni ceviches.

Uno de los principales problemas para lidiar con los subsidios ha sido el de decidir qué se incluye y qué no en la categoría: ¿Los apoyos horizontales, que afectan a todos los sectores, cuentan? ¿Qué se entiende por gobierno? ¿Qué se entiende por industria, o por sector? Además, desde cada perspectiva hay definiciones distintas, dependiendo de qué es lo que se busca explicar.

Foto: Eugenio Fernández Vázquez, con licencia CC

Según el estudio de UBC, en términos económicos los subsidios son “pagos por gobiernos a consumidores o productores que hacen que el factor costo recibido por los productores sea mayor que el precio de mercado cobrado por los mismos”. También anota que son programas de gobierno que permiten a una empresa aumentar sus ganancias por encima de lo que lo harían sin intervención del organismo público.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico define los subsidios como transferencias financieras gubernamentales. Estos son pagos directos, transferencias de reducción o absorción de costos, servicios generales (desde infraestructura portuaria hasta investigación y desarrollo) y apoyo de mercado (control de precios, etc).

La Organización Mundial de Comercio, por su parte, los define como contribuciones financieras del gobierno. Éstas pueden ser en forma, una vez más, de pagos directos, de impuestos perdonados, de bienes o servicios públicos específicos para el sector, o pagos de seguros o fideicomisos.

La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO), a su vez, los define como “acciones o inacciones del gobierno que modifican las ganancias potenciales” en el sector. Estas acciones pueden ser positivas –aumentar la ganancias– o negativas –reducirlas–.

En términos ambientales, según cita el estudio de UBC, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) definió los subsidios a la pesca en términos ambientales, como “todo apoyo gubernamental a la industria pesquera que pueda tener un papel importante en animar la sobrepesca”. WWF también advirtió, según el mismo trabajo, que la definición de un subsidio no es neutral: tiene profundas implicaciones en política pública, por lo que se ataca o se apoya y se estudia o se ignora un subsidio según la definición que se tenga de ese instrumento.

Con esto en mente, ahora hay que saber qué atacar y qué permitir. ¿Es lo mismo un subsidio a una gran factoría que a una comunidad de pescadores? ¿Se debe tratar igual a un país en desarrollo que a un país del primer mundo? ¿Y si los afectados por los recortes a los subsidios en realidad no son los responsables del colapso? De esto hablaremos en el siguiente artículo.

Otros artículos de la serie:

I. La tragedia de los comunes

II. La triada tóxica de Pauly

III. Los subsidios según UBC

V. ¿Qué permitir y qué prohibir?

y VI. ¿Qué pasa en México?