México haz algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Telefórmula.

Hola Manuel y Patricia, buenas tardes. A unos días de que se ha calmado un poco el gran revuelo que ocasionó el anuncio de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, es importante hablar de las implicaciones inmediatas que ello traerá en materia ambiental.

Un aspecto importante a señalar es que, cuando se autorizó el proyecto al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2014, se establecieron una serie condicionantes para que la obra pudiera ir adelante.

Algunas de dichas condicionantes consistían en diversos programas de rescate y conservación de Flora y Fauna; monitoreo de calidad y uso sustentable del Agua; Plan Integral de manejo de Residuos, incluyendo los peligrosos; Plan de Monitoreo, Registro y Verificación de Gases de Efecto Invernadero; Monitoreo de Ruido y Acciones de Recuperación y Conservación de Suelos.

Asimismo, en el Término 0ctavo, Condicionante veinte del resolutivo de impacto ambiental se estableció que, si el promovente del proyecto, en este caso, el Grupo Aeroportuario, se desiste de la ejecución de éste, debe presentar a la Semarnat un programa de restauración ecológica del sitio, describiendo puntualmente las actividades que se llevarán a cabo para rehabilitarlo. También debe realizar una caracterización del suelo en TODAS las áreas del pretendido proyecto para poder asegurar que no se dejarán pasivos ambientales o suelos contaminados ya sea tanto por residuos sólidos o líquidos.

Una pregunta que no ha sido respondida por el próximo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador es si ya se incluyeron estos costos en los montos que se estiman que tendrá la cancelación de la obra y que, como ya dijimos, son relativos al uso alternativo, retiro, desmantelamiento o demolición de las obras llevadas a cabo hasta próximo 30 de noviembre.

Por otro lado, también es importante recordar que, para llevar a cabo el proyecto en Santa Lucía, en materia ambiental, el gobierno deberá realizar previamente una Evaluación de Impacto que tiene que ser autorizada por la Semarnat, lo cual puede tardar un par de años debido a que se debe analizar el comportamiento de los ecosistemas y de la biodiversidad en, por ejemplo, la migración de aves, en un periodo completo. Además de la Evaluación de Impacto Ambiental es necesario que, de haber comunidades indígenas en la zona, se realice una consulta de acuerdo con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, del que México es signatario.

Como vemos, los retos por venir para garantizar que habrá un cuidado y respeto del medio ambiente tanto en Texcoco como en Santa Lucía son grandes tanto para el gobierno federal, como para el gobierno capitalino y del Estado de México.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. Demandemos ahora un plan de rescate para Texcoco y vigilemos que el proyecto de Santa Lucía cumpla también con toda la normatividad ambiental y nada se haga pasando por encima de nuestro derecho a un medio ambiente sano.
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Gracias y buenas tardes.