Valor Ambiental de la Isla San José (Cuarta Parte: Manglares)

Los manglares son una vegetación compuesta por árboles que viven alrededor de bahías (como las que posee la Isla San José), lagunas costeras, estuarios y playas protegidas del oleaje. Son ecosistemas que están en contacto directo con los ambientes marino y terrestre. Suelen ser tropicales y sus árboles miden hasta 30 m de altura, llegando a abarcar extensiones de miles de hectáreas.

En nuestro país viven cinco especies de mangle: Rhizophora mangle (mangle rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Conocarpus erectus (mangle botoncillo), Avicennia germinans (mangle negro) y Rhizophora harrisonnii. De todas, las cuatro primeras son las de mayor distribución y abundancia.

Los manglares se encuentran en zonas de transición entre el mar y la tierra. Son muy dinámicos, y en ellos acontecen procesos ecológicos acelerados. Asimismo, son muy sensibles a cualquier perturbación. Específicamente en el Pacífico mexicano, los manglares se distribuyen a lo largo de casi toda la costa.

Su distribución extrema en dicha región alcanza las costas de las zonas áridas ubicadas al norte del Golfo de California, donde los manglares llegan a medir hasta tres metros y se presentan como pequeños parches de pocas hectáreas.

Los manglares son uno de los ecosistemas más productivos e importantes del mundo, pues otorgan una serie de servicios ambientales, entre ellos: son sumideros de carbono, estabilizan la línea costera, forman barreras contra huracanes, fungen como el hábitat de una gran variedad de fauna silvestre; actúan como filtros biológicos y son fuente de nutrientes para los hábitats de ambientes marinos cercanos a las regiones áridas; poseen valor económico al permitir la obtención de madera y leña; y son un atractivo turístico y cultural.

La vegetación de los manglares va desde aquella con poca diversidad y altura, hasta los elevados bosques de mangles asociados con otras especies tropicales en zonas más húmedas y de mayor temperatura. A nivel local, la distribución estructural de los manglares depende de la topografía del lugar, los periodos de inundación, la precipitación, las entradas de agua dulce y la temperatura.

La constante producción y caída de hojas de los manglares es una fuente de energía para organismos marinos que habitan en las zonas cercanas a éstos.

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Fuente: Lara-Lara, J.R., et al. 2008. Los ecosistemas costeros, insulares y epicontinentales, en Capital natural de México, vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. CONABIO, México, pp. 109-134 / Biodiversidad mexicana – CONABIO.