Día Mundial de los Humedales 2017

Como cada año, hoy 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales, el cual fue establecido por la Convención de Ramsar, un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional a favor de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.

Este 2017, el discurso de la efeméride gira en torno a su lema principal: «Humedales para la reducción del riesgo de desastres”. Los desastres climáticos han comenzado a coexistir con nosotros y, de acuerdo con las predicciones de los científicos, cada vez serán más comunes a causa del cambio climático. Una de las formas más eficientes para reducir la severidad de los fenómenos climáticos es proteger y conservar los humedales, ya que actúan como esponjas naturales al absorber y almacenar el exceso de precipitaciones.

Protegiendo estos ecosistemas es posible hacer más llevaderas las inundaciones. Asimismo, los humedales ayudan a que las sequías duren menos tanto tiempo, ya que su presencia asegura la disponibilidad de agua, aunque en menor proporción, pues van liberando progresivamente el vital líquido que se acumua en sus alrededores.

Otra de sus funciones vitales es que promueve la regeneración y recuperación del espacio natural. Un ejemplo claro de esto fue un caso ocurrido en India, cuando en 1999 un ciclón azotó la región de Odisha, una zona repleta de arrozales que pudo sobrevivir a este fenómeno meteorológico gracias a los manglares que la protegían, permitiendo restaurarse de sus consecuencias de manera eficaz y ágil.

¿Cómo proteger a los humedales?

1.Nunca olvidando que estos lugares y su biodiversidad son “áreas naturales protegidas”.

2. Creando campañas de sensibilización entre toda la población (especialmente entre aquellas personas directamente relacionadas con los humedales por su trabajo o actividad), para su aprovechamiento (desarrollo sustentable) y disfrute.

3. Controlando los vertidos ilegales, la pesca y la caza en las zonas donde existan humedales.

3. Estudiando los factores externos capaces de atentar contra su vulnerabilidad, y llevar a cabo acciones necesarias para prevenir las consecuencias de los mismos, poniendo en marcha estrategias de conservación y protección para que dichos efectos no se materialicen, o que sean los mínimos posibles.

4. Capacitando a las personas indispensables para la puesta en funcionamiento de ese plan o planes de protección (población local, ONGs, científicos).

5. Realizando periódicamente trabajos de rehabilitación y limpieza del entorno, dígase ríos o arroyos.

6. Otorgando la oportunidad a la sociedad civil de participar activamente y de forma continua en la defensa de estos ecosistemas, mediante políticas específicas.

Para conocer más sobre los humedales y su situación en México te invitamos a dar clic en el enlace.