Mexicana diseña metodología que permite restaurar arrecifes de coral

biologa-mexicana-arrecifesLa bióloga marina Giovanna Zorán Yunes Jiménez, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), creó una metodología que permite restaurar arrecifes de coral del género Pocillopora en el Parque Nacional Archipiélago de Espíritu Santo.

La especialista dijo que el estudio surgió por la necesidad de restaurar arrecifes de coral que fueron impactados por el huracán Odile, en septiembre de 2014.

Asimismo, destacó que el desarrollo de la metodología para restaurar los organismos implicó el análisis de las tasas de mortalidad y crecimiento de los corales, a fin de generar modelos de estimación de crecimiento de la cobertura coralina.

“Llevamos año y medio con el proyecto y nos ha dado muy buenos resultados; conforme a nuestro modelo, que contempla las tasas de crecimiento y mortalidad de coral, extrapolamos los datos que nos ha arrojado este proyecto para tener una idea de cómo nos funcionaría a 10, 15 y 20 años”, mencionó.

La académica informó que examinaron 100 fragmentos, pues para el modelo calcularon las estimaciones a partir de mil, con la meta de conocer cómo se comportaba el crecimiento y la mortalidad de la población. De esta forma, Yunes Jiménez y su equipo hallaron que en 11 años habría más de 102 por ciento de cobertura.

Según la experta, se seleccionaron los corales con mayores probabilidades de crecimiento, todos distribuidos en la zona de arrecifes de coral Roca Swany, dentro del Parque Espíritu Santo. Posteriormente fueron trasladados a una pradera experimental para su restauración.

“En otras metodologías, los corales los trasladan a un laboratorio en donde los someten a un proceso de condiciones ambientales controladas, como aclimatación e iluminación, entre otras. Por cuestiones de recursos, nosotros decidimos reubicar los organismos a restaurar en una pradera experimental, en una zona muy cercana”, detalló.

También dijo que así evitan el proceso de aclimatación, los costos de laboratorio y todo lo que involucra.

“Los seleccionamos del grupo de fragmentos, procurando que estuvieran sanos, que no tuvieran cobertura de esponjas y algas, que tuvieran tejido vivo y una vez que cada fragmento cumplía con las especificaciones lo trasladamos directamente a la pradera experimental”, refirió.

Yunes Jiménez subrayó que los ejemplares fueron adheridos a rocas mediante un pegamento epóxico marino y se monitoreó su crecimiento hasta una etapa avanzada, para después trasplantarlos en su ecosistema original.

“Nosotros los reproducimos plantándolos artificialmente, es un tipo de reproducción asexual. Ellos se reproducen sexualmente, pero en la investigación no lo estamos considerando, es decir es una sobreestimación porque en la naturaleza se reproducen sexualmente”, definió.

La investigadora cree que los resultados obtenidos —de un crecimiento positivo— son producto de que la pradera experimental se encuentre junto al canal de San Lorenzo, pues esto permite el contacto con muchas corrientes submarinas y, en consecuencia, con cambios de temperatura propicios para los organismos.

Concluyó que los arrecifes de coral son ecosistemas que fungen como «refugios» para una enorme biodiversidad marina, siendo además grandes productores de alimentos de gran importancia para la cadena trófica.

Fuente: Notimex