Gran Bretaña sobrepasó en septiembre norma de nivel de ozono de la OMS

La ola de calor que sufrió Gran Bretaña a finales de septiembre pasado causó la aparición del llamado smog de verano, que se forma cuando los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles reaccionan con las radiaciones ultravioletas y el oxígeno, produciendo ozono y otros compuestos. El 28 de septiembre se registraron en Gran Bretaña niveles moderados de ozono a nivel de suelo, que llegaron hasta latitudes muy al norte de la isla; en muchas zonas se sobrepasaron los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud. El aire caliente, antes de llegar a territorio británico, cruzó por Francia y ahí recogió contaminación a su paso. La contaminación “importada” provoca graves problemas de contaminación cuando llega a las grandes ciudades y se suma a la contaminación generada por los automóviles.

El 29 de septiembre se declaró en París una alerta de contaminación por dióxido de nitrógeno. Ese mismo día, en Londres también se registraron problemas con el dióxido de nitrógeno y partículas suspendidas, situación que se mantuvo por cuatro días.

El smog de verano es muy inusual en esta época del año. Los análisis de contaminación alrededor de Londres, entre el año 2000 y 2009, sugieren que la probabilidad de que se incumplan las normas de la OMS durante a última semana de septiembre es de menos del 5%.

Casos como este nos recuerdan que, en materia de medio ambiente, no hay problemáticas aisladas; la contaminación no sabe de fronteras,  sus efectos negativos los compartimos como especie y las soluciones nos corresponden a todos.

Para informarse más sobre el tema de contaminación y calidad del aire les recomendamos visitar el sitio Respira México.

Vía: The guardian