75 años de la desaparición del tigre de Tasmania

El día de mañana se cumplirán 75 años de que murió el último ejemplar de tigre de Tasmania (Thylacinus cynocephalus). Cualquier especie que el hombre extingue es una pérdida irreparable para el planeta y es en sí mismo un acto de injusticia. Entre 1830 y 1909 las autoridades australianas mantuvieron una recompensa por cada animal muerto de esta especie, pues se le acusaba de ser una amenaza para la importante industria ovina en Tasmania , lo que llevó a esta especie a una rápida extinción. Sin embargo, más de 70 años después de que muriera el último de los tilacinos, cautivo en el zoologico de Hobart, científicos de la Universidad de Sidney anunciaron los resultados de su investigación sobre este animal, y los hallazgos apuntan a que fue falsamente acusado de depredar ovejas y corderos.

Los estudios han demostrado que este carnívoro se alimentaba principalenmte de pequeños animales. Por medio de tomografías axiales computalizadas los investigadores lograron recrear imágenes en tercera dimensión del cráneo de este animal y, a través de un software para resistencia de estructuras, determinaron que la fuerza de las mandibulas del tigre de Tasmania no podían generar la fuerza suficiente para alimentarse de animales del tamaño de las ovejas y sus dientes no eran aptos para triturar huesos de especies grandes.

Ahora solamente podemos ver a este hermoso anima,l de características franjas cruzando su lomo, a través de fotografías. Muchas especies hoy enfrentan un destino incierto y se encuentran al borde de la extinción, ojalá ejemplos como lo que el ser humano hizo con el tigre de Tasmania sirvan para que nos demos cuenta de lo irracional que nuestro comportamiento ha sido con el planeta y el resto de sus habitantes.