Más de 193 mil horas dedicadas a negociaciones climáticas y lejos de un acuerdo

“El proceso multilateral de negociación está en peligro, por lo que es necesario protegerlo”

Christiana Figueres –Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC

“Estará el mundo listo y despierto para escuchar el llamado del grupo de países altamente vulnerables a los impactos del Cambio Climático, como es el caso de Colombia, Venezuela, Tuvalu, Kiribati, entre otros”. Con una declaración que sonó más a súplica, la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco señaló que aunque existen vacíos en el proceso de negociación, necesitamos enviar la señal de que los países del mundo estamos listos para atender el problema.  Sin duda alguna el tiempo apremia y la desesperación de Naciones Unidas por validar la plataforma de negociación climática internacional  se puede percibir en cada una de las palabras de Figueres. Incluir medidas MVR : Medición, Revisión y Verificación por parte de los países en desarrollo,  acompañadas de reglas claras de operación para los fondos de financiamiento, pueden ayudar a la probabilidad de existencia de un acuerdo climático internacional más allá del 2012.

Si sumamos la cantidad de horas que llevamos como humanidad dedicadas a las negociaciones internacionales, descubriremos que son cerca de 193,000, si además  consideramos el impacto de emisiones de CO2 que cada reunión ha generado, las negociaciones internacionales climáticas no sólo han fracasado, pero le quedan a deber al planeta y a la humanidad.

De poco sirven los llamados de Ban Ki Moon, Secretario General de Naciones Unidas, quien señalo que estas negociaciones aunque complejas no pueden terminar sin algún tipo de avance, al final, el futuro de los niños de la tierra está en nuestras manos.  Resulta interesante escuchar al Secretario de Naciones Unidas haciendo un recuento de los hasta ahora inútiles esfuerzos que se han llevado a cabo y que no han logrado una disminución adecuada de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI),  mucho menos la adaptación de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático.

Si bien es cierto que la creación de un desarrollo más sustentable tendría que ser el objetivo principal de los países, el interés económico y político es el que rige, principalmente en estas reuniones. 

Para el Presidente Felipe Calderón, la preocupación por el cambio climático es genuina y real. Señaló que el primer paso y objetivo de México, como país huésped, fue restablecer la confianza de los países en el proceso de negociación, después de los eventos poco afortunados de Copenhague, procurando poner los intereses de todos los países, refrendado la viabilidad del acuerdo multilateral y el carácter del diálogo y entendimiento.