2 años de planeación + 2 semanas de negociaciones = Copenhague fracaso climático

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¿Qué es mejor: tener un acuerdo débil o no tener alguno en absoluto? Bueno, eso dependerá de con quien se discuta. Para la sociedad civil que nos encontramos en Copenhague es frustrante el lenguaje débil y la falta de contundencia por parte de actores como la Unión Europea, México, Japón, que podrían haber empujado las negociaciones hacia un resultado mucho más ambicioso. Hoy el tiempo se acaba, necesitábamos llegar LO MÁS LEJOS POSIBLE, LO MÁS RÁPIDO POSIBLE. Tras conocer la noticia y texto del “Acuerdo Significativo”, no nos queda más que esperar que está falta de voluntad y solidaridad internacional, tanto de los países desarrollados, como de los en desarrollo, no nos cueste en mayores impactos y costos a los más vulnerables.

Sabemos que no es suficiente, sabemos que aún falta mucho, pero esto es el inicio, las bases de cooperación y ayuda”, dijo Obama en el discurso. Y no se equivoca: falta tanto por hacer que bien habría valido la pena aprovechar estas dos semanas para avanzar hacia ese punto que necesitamos alcanzar de compromiso y transformación.

La reconfiguración geopolítica y del poder en la que se traduce el discurso del Presidente Obama es importante. China, India, Brasil y Sudáfrica -los 4 Fantásticos como se les llama por acá- son el grupo con el que hay que negociar tratándose de los países en desarrollo. Claro que el Grupo de Países Africanos, y otros países del G77 como Bolivia, Ecuador, Venezuela, etcétera, no están contentos con esta situación. Incluso el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez amenazó que los países acogidos bajo la iniciativa ALBA no aceptarían el documento impuesto por el gobierno americano.

En toda está discusión México queda relegado: por su afán por ser “amigo y hermano de todos” no acaba de cuajar como un líder real en el proceso. Esperamos que dado nuestro rol de huésped de la COP16 nuestro liderazgo se convierta en acciones y pronunciamientos mucho más fuertes y contundente. México tendrá que evaluar la situación débil en la que se encuentra en las negociaciones internacionales, tendrá que quitarse la idea de que es un puente entre los países en desarrollo y los desarrollados. Hoy vimos que el puente lo tienen bien tendido y que no nos necesitan para ello.

ho2 En México debemos aprovechar que al hacerse medibles, reportables y verificables los programas de mitigación (NAMAs) para la obtención de financiamiento, generará que los países en realidad apliquen sus medidas y no las dejen en un mero greenwashing; las medidas que no cumplan con estas características, no recibirán financiamiento. México tiene la gran ventaja de tener estudios como el realizado por el Centro Mario Molina, McKenzie y el MEDEC-Banco Mundial, estudios en los cuales se indican una serie de actividades y sectores donde se puede conseguir una gran reducción a un costo prácticamente nulo. Los sectores identificados donde México tiene mayor capacidad de reducción son: uso de energía eléctrica, programas de ahorro y eficiencia energética, edificios de bajo consumo, transporte público, manejo de residuos sólidos, entre otros.

Es hoy el momento en que México tiene que hacer un cambio sustancial en sus políticas nacionales y empezar a aplicar medidas tan sencillas como que el gobierno federal apoye a los gobiernos locales en la construcción de sistemas de transporte público; el fomento de energía eólica, solar , geotérmica y mini hidráulica; construcción y manejo de rellenos sanitarios donde se haga captura de biogás que a su vez sirva para generar energía eléctrica; instalación de sistemas smart grid para evitar fugas y procesos innecesarios en la generación eléctrica; fomentar la creación de comunidades forestales sustentables, con el debido pago de servicios ambientales incluido, etc.

Tratando de hacer un corte e identificar los principales elementos del “Protocolo de Copenhague” podemos decir que:

  • El objetivo a largo plazo fue: “Reducir las emisiones globales que de acuerdo a la ciencia se requieren para mantener la temperatura de la Tierra por debajo de los dos grados centígrados
  • Un acuerdo jurídicamente vinculante debe tenerse listo para el próximo año.
  • En cuanto al financiamiento, el texto señala que: “Los países desarrollados proveerán con los recursos adecuados, predecibles y sustentables, así como la transferencia de tecnología y la creación de capacidades necesaria para la implementación de la adaptación en los países en desarrollo. Se estableció la meta de movilizar cerca de 100 billones de dólares para el año 2012 y los fondos provendrán de fuentes públicas y privadas, unilaterales y multilaterales.
  • La Unión Europea estaría entregando 10.6 billones de dólares, Japón 11 billones, Estados Unidos 3.6 billones de dólares.
  • Los detalles de los planes de mitigación se incluyeron en dos anexos separados, uno con las metas para los países desarrollados y otro con las reducciones voluntarias ofrecidas por los países en desarrollo. No son vinculantes.
  • Un punto importante, que funcionó como “deal breaker”, porque China se oponía a aceptar controles internacionales, ha sido el del MONITOREO DE LAS REDUCCIONES DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO. Señala que las economías emergentes deben monitorear sus esfuerzos y reportar los resultados a Naciones Unidas cada dos años, con revisiones internacionales que deberán ser transparentes y respetuosas de la soberanía nacional. En cuanto los 4 Fantásticos estuvieron de acuerdo con este punto, se pudo concretar el acuerdo “significativo” al que se llego en Dinamarca.
  • La protección de los bosques fue otro de los temas que necesito de horas extras en la negociación. En el texto del acuerdo se reconoce la importancia de reducir las emisiones por la deforestación y la degradación de los bosques, señala que las naciones desarrolladas deben proveer los recursos que servirán como incentivos positivos para financiar las acciones de protección.
  • El acuerdo también señala: “Nosotros hemos decidido alcanzar varios acuerdos, incluyendo las oportunidades de usar el mercado para enfatizar la promoción de las medidas de mitigación”

ho3 México tiene una gran oportunidad al ser el huésped de la siguiente COP, la Conferencia Número XVI de las Partes que se llevará a cabo a partir del 8 de noviembre. Nuestro país deberá trabajar en una transformación interna profunda, donde esperamos ver desde una verdadera transición energética, hasta la generación de comunidades forestales sustentables, que puedan volverse autosustentables, con el manejo adecuado del bosque. En el medio hay muchas cosas: sistemas de transporte público –tipo BRT- en ciudades de más de un millón de personas, construcción sustentable de edificios, manejo adecuado de los residuos, cambio de electrodomésticos, cogeneración en sector industrial, generación de energía eléctrica por fuentes renovables, etc. La única manera de construir un liderazgo que nos convierta en un actor relevante, un actor con el que hay que sentarse a negociar, es fortaleciendo nuestra política nacional para convertirnos en un país verdaderamente sustentable. Ya lo veremos en menos de un año.